Viernes 07 de Enero de 2011
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La víspera se ponen las fabes a remojar en abundante agua fría. Al día siguiente se escurren y se les vuelve a poner agua fría hasta cubrirlas, pero no en abundancia. Se incorpora la cebolla cortada en cuatro o cinco trozos, la oreja y el chorizo.Cuando comienza el agua a hervir, se rompe el hervor echando un cacillo de agua, operación que se repite tres veces cuando el agua vuelve a hervir. A continuación se pone el fuego a mínimo para que se vayan haciendo muy despacio, casi sin borbotones. Tardarán entre dos horas y media y tres horas. Siempre deben de estar cubiertas de agua, pero sin exceso. Si es necesario se echa agua fría en pequeñas cantidades para cubrirlas.
Casi al final, se incorpora la morcilla, sin partirla para que no se deshaga y el tocino fresco.
En el caso de que se pegaran, cambiar inmediatamente de recipiente.
Un poco antes de servir, se echa la sal.
Se puede presentar todo junto o con las carnes aparte y partidas en trozos.
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