Martes 11 de Noviembre de 2025
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El sector del vino italiano ha pedido este martes en Roma una estrategia a largo plazo basada en la promoción, la innovación y el consumo responsable para mantener su posición en el mercado internacional. La petición se ha realizado durante el encuentro “Competitividad y futuro del vino italiano”, organizado por Confcooperative Fedagripesca, que agrupa a 264 bodegas y consorcios, responsables de cerca del 40% de la producción nacional y con un valor conjunto superior a los 5.000 millones de euros.
Según el último informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), presentado por Giorgio Delgrosso, jefe del Departamento de Estadística y Transformación Digital, la producción mundial de vino en 2025 alcanzará los 232 millones de hectolitros. Esta cifra supone una ligera recuperación respecto a 2024, aunque sigue por debajo de la media de los últimos cinco años. El informe también señala que el consumo mundial continúa bajando en los mercados más consolidados, sobre todo en lo que respecta a los vinos tintos. Por otro lado, las ventas de vinos blancos, rosados y espumosos aumentan su cuota.
La federación cooperativa ha explicado que estos datos muestran la necesidad de que las empresas italianas busquen nuevas vías y se adapten a los cambios en las preferencias de los consumidores y en los mercados. Luca Rigotti, presidente del sector vitivinícola de Confcooperative, ha afirmado que el futuro del vino italiano dependerá de la capacidad para diseñar políticas específicas y no solo reaccionar ante situaciones urgentes. Rigotti ha advertido sobre la propuesta actual de reforma de la Política Agraria Común (PAC), que podría convertir en opcional para los Estados miembros el apoyo al sector vitivinícola, hasta ahora obligatorio. Según Rigotti, esto pondría en riesgo la identidad y el peso estratégico del vino dentro de las políticas agrícolas, económicas y medioambientales europeas.
Rigotti ha señalado que la promoción sigue siendo el principal motor para la competitividad de las cooperativas vinícolas. Ha valorado como positiva la reciente aprobación por parte del Parlamento Europeo de varios cambios en el llamado “Paquete vino”, entre ellos el aumento del porcentaje financiado para programas promocionales del 50% al 80% y la eliminación del límite temporal para campañas en un mismo país. Estas medidas permitirán mantener presencia en los mercados internacionales y reforzar la imagen del vino italiano.
El presidente también ha puesto en valor la importancia de invertir en investigación, pruebas y nuevos tipos de productos, como los vinos sin alcohol o con bajo contenido alcohólico natural, siempre apostando por la calidad y la sostenibilidad. Según Rigotti, solo así se puede fortalecer la reputación del vino italiano y asegurar un futuro para las bodegas.
En relación con el vínculo entre vino y salud, Raffaele Drei, presidente de Confcooperative Fedagripesca, ha comentado el informe presentado por Attilio Giacosa, presidente del Instituto para la Investigación sobre Vino, Alimentación y Salud (IRVAS). Drei ha defendido que el vino no debe considerarse igual que otras bebidas alcohólicas porque forma parte integral de la cultura italiana y del modelo alimentario mediterráneo. Ha subrayado que es símbolo de equilibrio y convivencia social. Drei ha pedido combatir con argumentos científicos los mensajes alarmistas que dañan la imagen del sector e influyen negativamente en el consumo. Ha recordado que el abuso es perjudicial pero que un consumo moderado y consciente forma parte tanto de la identidad como del bienestar alimentario italianos.
Drei ha terminado pidiendo responsabilidad compartida a las instituciones públicas y a toda la cadena productiva. Ha recalcado que Italia mantiene una posición líder en todos los segmentos comerciales: desde variedades autóctonas hasta productos base espumoso o vinos diarios, pasando por grandes denominaciones o espumosos del noreste. Además, Italia es el único país con tanta biodiversidad vitivinícola. Para Drei es necesario un nuevo enfoque sectorial apoyado por recursos suficientes, herramientas promocionales eficaces y un marco normativo que reconozca al vino su papel estratégico dentro de la agricultura y economía europeas.
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