Javier Campo
Martes 25 de Marzo de 2025
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Cada vez nos sorprende menos que el precio de una botella de vino como un Petrus de Pomerol del 2016 cueste 5700 €, o un Teso La Monja de Toro, por poner algo español, este rondando los 1500 €. Aquí no entramos en botellas de colección ni añadas especiales ni cosas de esas, ya que el precio puede tener precios de 6 y 7 cifras y, obviamente, no estamos contando los céntimos.
Una botella de whisky Macallan 1926 se subastó por 2,4 millones de euros no hace mucho. Pero, sin subasta, hay botellas de 300.000 € en el mundo de los destilados y, curiosamente, se venden. Y fijémonos que hemos hablado de bebidas alcohólicas pero, en las no alcohólicas, como el agua por ejemplo, el precio también puede asustar, si nos vamos a comprar una botella de Acqua di Cristallo Tributo a Modigliani vamos a pagar 55.000 € de nada.
Pero, a lo que vamos. En el mundo de los cerveceros, también existen cosas caras para beber y para coleccionar. Quizás sean menos conocidas que las marcas comerciales, pero existir, existen. Y sí. También hay personas dispuestas a pagar lo que se les pide.
Ya os hablé hace un par de años de la Cerveza Giga Bier de Elon Musk (que no es eléctrica) y de su precio, más marcado por el diseño de la botella y por quien está detrás. Siguiendo a la cerveza de SpaceX tenemos la Sapporo Space Barley. Y como su nombre indica está hecha en la cervecera de la capital nipona y homónima pero con la particularidad de que colaboró con la JAXA (Agencia Japonesa de Exploración Espacial) enviando granos de cebada al espacio hasta la Estación Espacial Internacional donde pasaron 5 meses con los astronautas y que básicamente no sirvió absolutamente para nada en lo que al sabor se refiere. Y encima, si te la bebes, no flotas. Unos 100 pavos. Que mal. Ya no se hacen cervezas espaciales como las de antes.
Ahora que se habla tanto de que los glaciares se están extinguiendo, la cervecera australiana Nail Brewing saco al mercado la Nail Ale elaborada con agua de iceberg antártico haciendo al principio solo 30 botellas que podían costar sobre los 1800 €, ahora más, y que se fabricaron para recaudar fondos para la conservación del medio ambiente en la Antártida. Esta es una de esas cervezas que les gusta guardar a los coleccionistas.
También desde Australia, está la Crown Ambassador Reserve en versión de 750 cl a un precio más que aceptable de 90 € si te apetece darte un caprichito. El formato de la botella ya te dice que estas ante un gran producto pero, esta cerveza, que si he podido probar, es realmente deliciosa y, sobre todo, elegante. Hacen muy pocas tiradas. Es muy apreciada en el mundo de la cerveza. Y solo hay que probarla para entenderlo. No es tan difícil conseguirla.
La Calsberg Jacobsen Vintage está rondando los 400 € y como su nombre indica es la tope gama de la cervecera danesa. Mira, esta si que es para beber más que para coleccionar. Un trabajo de selección de lúpulos, granos y un cuidado paso por barricas de roble la convierten en una cerveza muy gastronómica y compleja. Que sí. Que vale una pasta, pero, dicen quienes la han probado que es una de las mejores cervezas del mundo. Pues, ni tan mal.
La norteamérica Boston Beer Company elabora la Samuel Adams Utopias y que alcanza un precio de unos 250 dólares por cada botella. Ingredientes seleccionados y un proceso de envejecimiento que implica barricas de madera de whisky, cognac y bourbon durante varios años. De carbónico muy suave, prácticamente nulo, la Samuel está prohibida en 15 de los estados de USA. Igual es por la graduación que pasa por el 28% de volumen de alcohol.
Aunque se les atribuye a los sumerios la invención de la cerveza, los egipcios también hicieron lo suyo y contribuyeron a que esta bebida fermentada se expandiese por el mundo y sobre todo, en el tiempo. La Tutankhamon Ale, que se hace en Escocia, está basada en los residuos de las vasijas encontradas en la tumba del faraón. La primera se vendió por 7500 euritos de nada. Viene en una caja de madera con jeroglíficos, of course, pero sin pirámide ni máscara de oro, ni esfinge, ni ná.
Podemos seguir con muchas. Schorsbock 57 a 330 €. Brewdog's Sink The Bismarck sobre los 80 pavos. La gore The End of History dentro de una ardilla disecada a 900 €. También a 900 € la Vielle Bon Secours de Bélgica. La Tactical Nuclear Penguin a 90 €, que vaya tela con el nombre. Y aquí, en España... ¿no hay cervezas caras?
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