Vinos tintos gallegos: un tesoro por descubrir

Un recorrido por las zonas de producción gallegas nos muestra el potencial de sus vinos elaborados con variedades tintas. Diversidad, historia e identidad cultural a través del vino

David Manso

Martes 04 de Febrero de 2025

Compártelo

Leído › 2193 veces

Con diez zonas de producción, cinco denominaciones y cinco IGP´s, Galicia es sin duda una tierra de diversidad, una diversidad que va desde su climatología, su geografía, pasando por sus variedades de uvas, hasta la parte que más identifica a un pueblo, la cultural. Para esta cata en Madrid Fusión, Fernando Mora MW y Jorge Vila de Galicia Wine Academy, nos proponen un recorrido por la geografía vitivinícola gallega que arrancará en su parte atlántica llevándonos hacia el interior, y en la que cataremos seis vinos tintos que muestran la diversidad e identidad de cada zona.

Rías Baixas es de todas la denominaciones gallegas la que tiene más influencia atlántica. Una tierra que hoy se identifica por sus elaboraciones en vinos de uvas blancas, principalmente de la variedad Albariño, pero en la que un siglo atrás eran las tintas las que reinaban, y de estas era Espadeiro la reina, y de esta variedad es el primer vino de la cata. Terra de Asorei llegado desde el Valle de Salnés en Pontevedra de la Bodega Terra de Asorei, un monovarietal de la citada tinta Espadeiro que se presenta ligero de cuerpo y con baja graduación alcohólica, características estas comunes a los tintos gallegos. Fruta roja, frescura, yodado, acidez marcada, buen paso por poca, ligero amargor y vertical. Su maridaje es un plato elaborado con una verdura típica de Galicia, Grelos salteados con AOVE y ajo.

La siguiente zona nos lleva hasta Ribeiro la cual dista únicamente medio centenar de kilómetros de Rías Baixas, del mar, hacia el interior, pero que pese a la corta distancia entre ambas tiene influencia continental, esto es debido a la barrera natural que hace la Sierra de Suido. De aquí catamos dos vinos, Libro Tinto de la Bodega Sameirás, una elaboración de Caiño, Sousón, y Brancellao complejo, con mucha fruta, buena estructura y tanino dulce para maridar con chorizo gallego. Y O Gran Mein Tinto de Viña Mein, elaborado con Caiño Longo, Brancellao y Garnacha Tintorera el cual presenta carácter, frescura, frutos rojos maduros, tanino suave y notas minerales que se marida con empanada gallega.

"Potencia, color y estructura es lo que se buscaba antes en los vinos tintos gallegos, hoy esto ha cambiado, ahora es frescura, delicadeza y elegancia" – Jorge Vila

Con el cuarto vino llegamos a la denominación gallega con más proporción de tintos que de blancos, Ribera Sacra, una zona de escarpada orografía en la que la viticultura heroica y con ello el trabajo manual del viñedo son una exigencia, y donde sus vinos, por razones obvias, tienen un plus añadido en cuanto a su precio. Sus vinos tintos son elaborados con la variedad Mencía, pero últimamente ha surgido una corriente por mezclar variedades autóctonas. Fernando y Jorge presentan dos elaboraciones, una de cada estilo. El primero de ellos es Ó Prómine Singular de Adegas Petrón, el cual presenta como sus predecesores mucha frescura, pero al contrario tenemos una más baja intensidad aromática. De él destacan las notas herbáceas y ahumadas, cierta salinidad, buena acidez, recorrido y final largo al que le va muy bien a la cremosidad de la tapa de Queso de tetilla El segundo es Guímaro Finca Pompeiras en el que se refleja esa tendencia por mezcla variedades; Mencía, Brancellao, Merenzao, Garnacha, Mouratón, Negreda y Sousón conforman un vino de gran complejidad, con aromas a frutos rojos, notas florales, cierta mineralidad, tanino pulido, sedoso, y es otro queso el que acompaña el maridaje, en esta ocasión un San Simón ahumado, que actúa potenciando los sabores del vino.

Seguimos hacia el interior, a una zona de influencia mediterránea, llegamos a Valdeorras. En el pasado esta región era de variedades tintas, principalmente Brancellao. Hoy, por su proximidad a León predomina Mencía. De ella destacar la diferencia existente entre sus dos zonas, la ata y la baja, esta última localizada en el valle. De su parte alta nacen los mejores vinos, y de allí nos llega la siguiente elaboración. Falcoeira A Capilla de Telmo Rodríguez elaborado con Mencía, Brancellao y Sousón es un vino profundo, de notas vegetales, fruta madura, compota, especiado y muy redondo en boca. Un lacón con pimentón, AOVE y sal gruesa es la propuesta elegida.

"Otra tendencia en Galicia es la exploración de fincas, de vinos elaborados por parcelas" – Fernando Mora MW

La Última zona nos lleva a Monterrei, una zona de suelos en descomposición, de esquistos, con zonas termales que hacen que esa erosión sea más patente y acelerada, y de todas ellas la más continental. Como último vino y representando a esta zona cato Gorvia Tinto de la Bodega Quinta da Muradella elaborado con Mencía, Bastardo y Caiño Tinto que confieren complejidad a este vino ecológico en el que su añada catada, la 2019, está recién salida al mercado. Potencia, viveza, frescura, fruta roja, notas florales, amplitud, un vino todavía joven con capacidad de envejecimiento. Un Tartar de Ternera gallega como tapa y cierre de cata.

Buenas y variadas elaboraciones en las que destacan la fruta, algo esto que a día de hoy es solicitado en los vinos, frescura y un bajo grado alcohólico, hacen a estos vinos más ambles, más fáciles de beber. Atrás quedó un tiempo en el que las elaboraciones en tintos gallegas eran más rudas. Hoy, estas ganan en calidad, viveza y elegancia. Sin duda todo un tesoro por descubrir.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 2193 veces