Viernes 27 de Diciembre de 2024
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El comercio mundial de vino registró en el primer semestre de 2024 un comportamiento dispar, según los datos analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv). Así, con los datos disponibles del 2024 de las diferentes aduanas, actualizados hasta el 30 de junio, mientras el volumen total aumentó un 1,7% hasta alcanzar los 49 millones de hectolitros, el valor global cayó un 3,3%, situándose en 17.132,4 millones de euros. Este retroceso en valor, junto con la disminución del precio medio de 3,68 €/litro a 3,50 €/litro, refleja una pérdida de valor en las ventas, impulsada por las diferencias en la evolución de las distintas categorías de vino.
Los vinos envasados, que representan el 51,2% del volumen total, sufrieron importantes caídas tanto en valor como en volumen. Su participación en términos de litros descendió en 32 millones, lo que equivale a una caída del 1,3%, mientras que el valor se redujo en más de 300 millones de euros. A pesar de seguir siendo la categoría dominante en términos económicos, con un 68,3% del valor total, las cifras subrayan un importante debilitamiento frente a periodos anteriores.
El vino espumoso, que habitualmente muestra un rendimiento positivo, registró en esta ocasión una de sus mayores contracciones. Su valor cayó un 8,3%, lo que supone una pérdida cercana a los 340 millones de euros. Este retroceso es especialmente notable dado su posicionamiento premium en el mercado. Por su parte, los vinos en bag-in-box (BiB), que se habían mantenido relativamente estables en años recientes, también mostraron una disminución en este semestre, reflejando una mayor presión sobre las categorías que tradicionalmente han sostenido el valor del mercado.
En contraste, los vinos a granel experimentaron un crecimiento importante en volumen, con un incremento del 5,6% que se traduce en más de 88,6 millones de litros adicionales comercializados. Sin embargo, este aumento no logró compensar la caída general en términos de valor, pues los ingresos adicionales en esta categoría, de 112 millones de euros, quedaron muy por debajo de las pérdidas registradas en los espumosos y los envasados. El crecimiento en esta categoría parece responder a un mercado que busca opciones más económicas, pero con márgenes significativamente menores.
El mosto mostró un comportamiento excepcional en este periodo, duplicando su volumen de comercio y aumentando su valor en un 30%. Este resultado se debe principalmente a las exportaciones españolas hacia Italia, lo que subraya la importancia de este producto como alternativa en mercados específicos. Pese a la disminución en el precio unitario, mantiene un buen rendimiento en un momento marcado por retrocesos en las categorías principales.
En una perspectiva histórica, los datos del primer semestre de 2024 confirman una tendencia que ya se observaba desde antes de la pandemia: estabilidad en volumen y una evolución más errática en términos de valor. Tras la fuerte recuperación registrada en 2021 y 2022, los dos últimos años reflejan una ralentización, afectada tanto por la inflación como por cambios en los patrones de consumo. Aunque los valores actuales son superiores a los previos a la pandemia, el mercado parece haber alcanzado un punto de equilibrio en volumen, mientras parece haber alcanzado una cota de facturación que no es capaz, por ahora, de superar.
Así las cosas, la evolución del comercio mundial de vino está marcada por cambios en las preferencias de los consumidores y por factores económicos internacionales. El aumento en la proporción de vinos a granel y el auge del mosto sugieren una búsqueda de productos más accesibles en términos de precio, frente a la pérdida de protagonismo de categorías que tradicionalmente aportaban mayor valor. Estos resultados invitan a reflexionar sobre el futuro del sector, en un momento de incertidumbre económica y cambios en las dinámicas del comercio internacional.
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