Brunello di Montalcino, el tesoro rojo de Toscana

En el corazón de la famosa región vinícola italiana de la Toscana se encuentra la provincia de Siena, donde se halla la pequeña pero rica en historia ciudad de Montalcino. Esta zona, delimitada por los ríos Ombrone, Asso y Orcia, no es sólo una maravilla paisajística, sino también la cuna de uno de los vinos tintos más apreciados del mundo: Brunello di Montalcino DOCG.

Montalcino, ciudad rebosante de arte, ostenta una espléndida estructura medieval junto a sus orígenes etrusco-romanos. Esta pequeña ciudad no es sólo un paraíso para los entusiastas del arte, sino también un lugar importante para los conocedores del vino. La historia de la región está profundamente entrelazada con la viticultura, debido principalmente a sus favorables condiciones morfológicas, geológicas y climáticas, que crean un entorno ideal para el cultivo de la vid.

La evolución de la cultura vitivinícola de Montalcino

Curiosamente, la historia vitivinícola de Montalcino no siempre fue sinónimo de Brunello. Antes de finales del siglo XIX, la zona era conocida por sus uvas blancas, en particular el Moscadelletto, del que disfrutaban sobre todo las mujeres. El Moscadello di Montalcino, un vino muy aromático y elegante, se produce ahora en cantidades limitadas, con sólo 13 bodegas que continúan con este oficio tradicional.

Desde la antigüedad, este vino ha sido celebrado por escritores, cortes y eruditos. En la Edad Media, el Moscadello se mencionaba en las recetas como tónico energizante y fortalecedor. En el siglo XIV, el consumo y el comercio generalizados de este vino, especialmente en Roma, estaban bien documentados.

En el siglo XIX, el Moscadello se convirtió en un vino de culto, admirado y celebrado por los grandes poetas. Sin embargo, a mediados del siglo XIX los viñedos de Montalcino se vieron devastados por la aparición de una misteriosa "enfermedad blanca", seguida de otras enfermedades, como la infame filoxera en 1888. En 1903-04, Montalcino fue declarado territorio infectado, lo que provocó el declive del Moscadello y el auge de la uva Sangiovese, que sentó las bases del ahora famoso Brunello di Montalcino.

Ferruccio Biondi Santi, a finales del siglo XIX, plantó el primer viñedo de Sangiovese, marcando el inicio del legado de Brunello. Desde entonces, Brunello di Montalcino ha cautivado a los amantes del vino de todo el mundo, convirtiéndose en un símbolo de la excelencia vinícola italiana.

El perfil distintivo del Brunello di Montalcino DOCG

El Brunello di Montalcino es célebre por su vibrante color granate y su intenso aroma, caracterizado por notas de bayas silvestres, chocolate, café, madera y toques de vainilla. Este vino madura con gracia, alcanzando su punto álgido entre los 10 y los 30 años, y puede conservarse incluso más tiempo. A medida que envejece, desarrolla un bouquet complejo, con fragancias de madera de roble, especias, cuero, hojas de tabaco y aromas de salvia, eucalipto, pimienta negra, vainilla, regaliz, café y chocolate negro. También presenta cautivadores aromas florales como la violeta, el geranio y la rosa, y notas afrutadas de cereza madura y frutas del bosque.

Para apreciar plenamente su bouquet y sabor, el Brunello di Montalcino debe servirse a unos 18°C.

Maridaje con Brunello di Montalcino

El Brunello di Montalcino es un excelente compañero de comidas ricas en umami. Los vinos más concentrados y complejos, procedentes de uvas más maduras, tienden a tener un mayor contenido de umami. Este vino marida excepcionalmente bien con carnes rojas y caza, incluidos platos típicos toscanos como el jabalí, mostrando su versatilidad y mejorando la experiencia gastronómica.

El Brunello di Montalcino, que sigue seduciendo a los amantes del vino de todo el mundo, es un testimonio del rico patrimonio vitivinícola de Montalcino, una pequeña ciudad con un gran legado en el mundo del vino.