Proyecto 'Mahasti Anitza': el nuevo paradigma de la viticultura en Rioja Alavesa

Un viaje hacia la sostenibilidad y la biodiversidad en la Rioja Alavesa

Martes 16 de Mayo de 2023

Compártelo

Leído › 10457 veces

En la localidad de Samaniego, en la Rioja Alavesa, Bodegas Ostatu está dando un paso significativo en la viticultura ecológica. Desde 2021, la bodega familiar lleva a cabo el proyecto de investigación 'Mahasti Anitza'. Este innovador proyecto tiene como objetivo mejorar la biodiversidad de los viñedos y desarrollar nuevas técnicas para mitigar los efectos del cambio climático en sus parcelas y vinos.

Durante más de dos décadas, Ostatu ha abogado por el control biológico de plagas, evitando el uso de productos fitosanitarios. Sin embargo, hace dos años, la bodega decidió ir más allá. Investigaron cómo los insectos beneficiosos, las cubiertas vegetales espontáneas y sembradas, y otras prácticas respetuosas con el suelo, son fundamentales para combatir enfermedades y mitigar los efectos del cambio climático.

Los insectos, lejos de ser solo una amenaza para los viñedos, pueden ser sus aliados. Algunas especies son beneficiosas para la viticultura, ya que actúan como depredadores de ciertas plagas. Su presencia es un indicador de la salud de la viña. Además, el uso excesivo o incorrecto de productos químicos sintéticos puede arruinar la biodiversidad circundante y desequilibrar la planta.

Gonzalo Sáenz de Samaniego, quien junto con su hermano Iñigo lidera el área técnica de Ostatu, ha constatado el impacto positivo de estas técnicas. Afirma que los vinos producidos son "más francos, frescos, florales..." y que "la planta aprende a autorregularse, dando producciones más cortas, por lo que hay cierto anticipo de la vendimia porque el rendimiento es inferior".

El cambio climático, una amenaza palpable para los ciclos agrícolas, se enfrenta con nuevas estrategias en Ostatu. Con el proyecto 'Mahasti Anitza', el equipo técnico de la bodega explora las posibilidades de la lucha biológica contra las plagas que se hacen cada vez más presentes debido a la nueva realidad climática.

El proyecto se llevó a cabo en tres parcelas seleccionadas: Revillas, Valcavada y Zabala. Aunque las dos primeras son las más antiguas, la parcela de Zabala, la más joven, ha demostrado tener el mayor potencial para incrementar la biodiversidad. Esto se debe a su ubicación privilegiada en un entorno de alto valor medioambiental.

El enólogo de Ostatu describe la estrategia seguida en la parcela Zabala: "Decidimos apostar por un corredor verde de plantas aromáticas que divide la parcela, en dirección norte, hacia donde se encuentra un área boscosa". Esta decisión ha permitido multiplicar y dispersar el desarrollo de antrópodos por todo el viñedo.

El proyecto también contempla la restauración de muros y muretes en la periferia de las parcelas. Esta acción, que protege la biodiversidad y preserva el paisaje vinícola de Rioja Alavesa, se realiza sin la intervención de maquinaria o instalaciones que puedan alterar el entorno natural. Esta es otra de las obsesiones de Ostatu: mantener la autenticidad de la tierra que da vida a sus vinos.

'Mahasti Anitza' es un proyecto de investigación multidisciplinario que cuenta con la colaboración de Viticultura Viva, la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Insectaria y AZ3. Además, tiene el respaldo del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco.

Bodegas Ostatu se construyó alrededor de la casa familiar, un edificio señorial del siglo XVIII ubicado en la localidad de Samaniego, Rioja Alavesa, a los pies de la Sierra de Cantabria. La bodega es la esencia de varias generaciones de la familia Sáenz de Samaniego, dedicadas a la elaboración de vinos de calidad reconocida a partir de sus propios viñedos.

La bodega se enorgullece de sus viñedos, considerándolos su mayor patrimonio. Son el testimonio tangible de la dedicación y el esfuerzo de la familia, y la fuente inagotable de los vinos que se han convertido en su forma de vida.

El proyecto 'Mahasti Anitza' es el último capítulo en la historia de Bodegas Ostatu. Un relato que cuenta la apuesta por una viticultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, en armonía con la tierra y sus ciclos naturales. La bodega está demostrando que es posible combinar tradición y vanguardia, respetando el legado de generaciones pasadas y construyendo un futuro sostenible para las venideras.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 10457 veces