Eguren Ugarte, una bodega familiar

Vitorino Eguren Ugarte representa la quinta generación de esta familia propietarios de la bodega situada junto a Laguardia, en la llamada 'Milla de Oro del vino de la Rioja Alavesa'

Enrique López – Winy Fog

Miércoles 15 de Noviembre de 2017

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Vitorino Eguren UgarteVitorino Eguren Ugarte

Cuando uno llega a Eguren Ugarte, aparca su vehículo en la extensa zona de parking habilitada para ello, se baja y observa por vez primera la bodega (y hotel y restaurante) que va a visitar, la primera impresión que se lleva es muy distinta a la impresión final con la que vuelves al coche para marcharte. A primera vista, nos encontramos con una bodega moderna, de diseño minimalista y orientada al turismo. Y no es que la impresión sea errónea, pues Eguren Ugarte también es todo eso. Pero por encima de todo, la sensación final que nos queda (y eso es lo sorprendente) es que hemos visitado una bodega familiar...

Una familia de "agricultores del vino", de esas que plantaron las cepas con sus propias manos, las han cuidado, las han mimado cada año, cada invierno, cada verano, cada llegada de la vendimia. De esas que acompañan la uva desde el campo a la bodega, y seleccionan, y permanecen en largas noches de vigilia mientras dura la fermentación, cuidando que el más mínimo detalle no estropee su vino. Una de esas familias que se encargan de todo el proceso, hasta el embotellado, hasta la venta y distribución.

Vitorino Eguren Ugarte representa la quinta generación de esta familia, propietarios de la bodega situada junto a Laguardia, en la llamada "Milla de Oro del vino de la Rioja Alavesa".

Tras muchos años cultivando viñas, la "primera piedra" de la bodega la pone un jovencísimo Vitorino cuando tiene que ir a la "mili" y se lleva algunas botellas del vino familiar. Al darlo a probar a sus compañeros del servicio militar, a estos les encanta y le hacen sus propios pedidos, por lo que Vitorino comienza a comercializarlo. Al terminar el servicio, se dedica a montar sus propios bares en los barrios nuevos de Vitoria; cuando un bar ya estaba en marcha, lo alquilaba con la condición de que siguieran vendiendo sus vinos. Hasta 14 bares tuvo funcionando simultáneamente, por lo que se dice que fue la primera franquicia de Álava.

Este camino valiente y emprendedor sólo podía acabar de una forma: Bodegas Eguren Ugarte, una bodega fruto de la visión, el trabajo, el esfuerzo y la audacia de Vitorino. Un camino que está a medio recorrer, con nuevas generaciones dispuestas a aportar ideas modernas, pero en el que nuestro protagonista sigue siendo pieza básica; a sus 80 y pico años continúa acudiendo cada día a la bodega, contribuyendo con su experiencia y saber, ejerciendo de anfitrión de los visitantes de su hotel y restaurante... dando buen ejemplo de la conocida hospitalidad riojana.

Bajo la bodega y el hotel, se encuentran 2 kilómetros de cuevas que el propio Vitorino excavó con la ayuda de su mujer, Mercedes, y algunos jóvenes del pueblo. "Entraron esmirriados con 18 años y salieron fuertes como un toro", le gusta recordar a Vitorino cuando explica cómo se abrieron paso con pico y pala a través de la roca.

La piedra que extrajo de las entrañas de la bodega, Vitorino la aprovechó para construir más galerías, hacer esculturas... pero siempre manteniéndola dentro de los límites de la bodega, demostrando un tremendo respeto al medio y una gran conciencia ecológica. Estos 2 kilómetros de cuevas albergan cientos de nichos, en los que se guardan los vinos ya embotellados en unas óptimas condiciones de temperatura y humedad para su conservación. También en estas cuevas hay varios "txokos", rincones en los que los clientes celebran almuerzos con familia y amigos y beben sus vinos directamente del nicho. La visita guiada por las cuevas que Vitorino excavó se ha convertido en un reclamo turístico que atrae alrededor de 20.000 visitantes cada año.

Precisamente la visita comienza sondeando en lo profundo del montículo sobre el que se asienta la construcción, visitando estas cuevas, nichos y txokos. La detallada explicación con la que acompañan la visita ayuda a conformar la idea de bodega familiar con la que comentaba que te marchas tras la estancia. Eguren Ugarte es una historia de trabajo y esfuerzo, pero también de amor y familia entre Vitorino y Mercedes con la continuidad de sus hijos.

Uno de los múltiples atractivos que ofrece la bodega es la posibilidad que te brindan de ser un poquito parte de la familia, y disfrutar de sus inigualables instalaciones subterráneas haciéndote socio del Club de Nichos y Barricas, en el que, haciendo una compra mínima determinada de vino, puedes tener (entre otras ventajas) la posibilidad de disfrutar de uno de sus txokos con familiares y amigos para almorzar el día (previa reserva) que mejor te venga. Y, además, el vino te lo guardan en uno de los nichos durante todo el año.

Merece la pena, después de adentrarse literalmente en el interior de la montaña, pasear por los exteriores de la bodega, convertidos en un auténtico parque temático enológico y adornados con auténticas fotografías naturales como son las vistas a viñedos y a la Sierra Cantabria.

Precisamente estas vistas a Sierra Cantabria coronan el Restaurante Martín Cendoya, en el que puedes redondear la visita a bodega con una comida en la que, te puedo asegurar, no pasarás hambre ni sed. Su menú tradicional incluye, tras los champiñones y morcilla como entrantes, un caldero de pochas y otro de patatas a la riojana, perfecto preludio de sus exquisitas chuletas de cordero asadas al sarmiento. Todo regado con sus vinos Ugarte Viura, Cincuenta y reserva Dominio de Ugarte.

Muy probablemente, a estas alturas, a la entrada, durante la visita a las cuevas o bodega de crianza, o en el mismo restaurante, ya te habrás encontrado con D. Vitorino, que se habrá acercado a saludarte y, a lo mejor, hasta a cantarte una jota riojana. Y, en esto también hacedme caso, ese momento es un plus a la visita que, por su gracia y entrañable forma de ser, se queda en el recuerdo.

Y... ¿dormir en el interior de la bodega, rodeado de una parte de barricas y de otra de viñedos? También es posible en el Hotel Eguren Ugarte, un pequeño y confortable hotel de autor con solo 21 habitaciones diseñadas y orientadas al descanso y relajación, y decoradas con una composición de modernidad, tradición y... por supuesto, vino. Con su propio Restaurante Gastronómico Vitorino Eguren, independiente del anteriormente mencionado Restaurante Martín Cendoya, en los últimos tiempos han añadido una nueva experiencia enoturística: la cena maridaje a ciegas, una experiencia única en la cual, con los ojos vendados, puedes disfrutar de la mejor selección gastronómica maridada con los mejores vinos.

He visitado muchas veces Bodegas Eguren Ugarte, con lo que ya no siento la sensación comentada al principio de esta entrada. Sin embargo, siempre me marcho con un pensamiento: si yo fuera Vitorino Eguren, cada día, al volver a casa, levantaría la mirada y me embelesaría en la satisfacción del majestuoso fruto de mis años de trabajo.

Enrique López
Licenciado en Economía y Sumiller profesional.
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