Cómo leer e interpretar la carta de vinos de un restaurante

Todo lo que debes saber para interpretar una carta de vinos y conocer los datos que deben contener

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De igual modo que una carta de platos puede variar mucho de un restaurante a otro y darnos pistas del tipo de establecimiento en el que nos encontramos, las cartas de vinos también variarán mucho en función del tipo de local y de lo en serio que se tome éste los vinos.

La mayoría de las cartas de vinos están divididas en secciones, las cuales algunas veces pueden ser simplemente genéricas (tintos, blancos y espumosos) y en otras ocasiones pueden organizarse por países y regiones.

Hay una tercera forma que consiste en distribuir los vinos por estilos (los más ligeros antes que los más corpulentos).

En cualquier caso, una carta de vinos será útil si incluye los siguientes datos:

Número de celdilla o casillero. Este número hace referencia al lugar donde se guarda el vino en la bodega, por lo que nada le impedirá, si lo desea, pedir un vino por el número correspondiente. Lo más seguro es que con ello facilite sobremanera la labor del sumiller. No se sorprenda si, después de pedir un vino por su nombre, éste le pide que le enseñe el número que aparece en la carta: querrá sencillamente tomar nota del lugar donde ha de ir a buscarlo en la bodega.

Nombre del vino. El nombre del vino puede venir acompañado por el nombre de la variedad de uva o la región, o bien por el de la bodega o productor. La identidad del productor es de suma importancia, ya que constituirá garantía de calidad adicional que puede ofrecerle un vino.

Añada. Indica el año en que fueron vendimiadas las uvas.

Notas de cata. Estas notas pueden resultar sumamente útiles a la hora de escoger un vino que armonice bien con los platos elegidos. Por regla general conviene decidir primero lo que se va a comer y luego supeditar a esto la elección del vino.

Precio. Compruebe que el vino elegido se ajuste a su presupuesto.

En todo caso, la amplia variedad de cartas existentes, la cantidad de información que éstas ofrecen, y el propio ritual de la cata persiguen un único objetivo: el interés del consumidor. De modo que no dude en utilizarlas con plena confianza y sacarles el máximo provecho posible.

carta de vinos

EL DISEÑO DE LA CARTA

Desconfíe de esas cartas interminables, encuadernadas en piel, que parece que no hubieran sido actualizadas desde hace años.

Puede resultar muy frustrante leer una lista larguísima de vinos y descubrir acto seguido que ya no tiene el que usted ha pedido.

Algunas de las mejores cartas de vinos son sencillas copias sacadas por ordenador, lo que permite realizar fácilmente modificaciones a medida que el restaurante actualiza sus existencias. En la actualidad también comienzan a cobrar fuerza las cartas en soporte digital (tablets) muy sencillas también de actualizar.

El restaurante puede incluso decidir cambiar la lista de los vinos en función de la época del año y de los distintos platos que introduzca en la carta.

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