Investigadores de Harvard afirman que un par de copas de vino al día es la clave para perder peso

Según el estudio, las consumidoras de vino tienen un 70% menos riesgo de sufrir obesidad. Existe una creciente evidencia científica que sugiere que beber vino en realidad podría ser la clave para mantenerse delgado y sano

Martes 12 de Mayo de 2015

Compártelo

Leído › 112374 veces

el consumo de vino previene la obesidad, según un estudio realizado entre mujeres

Un estudio realizado por la Universidad de Harvard a lo largo de 13 años en el que se analizó a 20.000 mujeres, demostró que aquellas personas que bebían dos copas de vino al día tenían un riesgo un 70% menor de sufrir obesidad en comparación con los no bebedores.

Al comienzo de la investigación se realizaron mediciones a las mujeres y se fueron realizando mediciones adicionales. Al final, unas 9.000 habían aumentado de peso de las cuales una cantidad significativa se habían convertido clínicamente en obesas. El resto de mujeres se mantuvo en su peso promedio.

Lo sorprendente del estudio, según informa el sitio www.nhs.uk, es que todas las mujeres obesas eran no bebedoras. Las mujeres que bebían cinco gramos de alcohol al día redujeron su riesgo de tener sobrepeso en un 4 por ciento. Las que bebieron 15 gramos por día (aproximadamente una copa de vino de 150 cl.) redujeron su riesgo de acumular grasa en un 14 por ciento.

Las cifras son aún más sorprendentes cuando se contrastaban con los datos de obesidad. Beber 30 gramos al día o más (dos copas de vino) ofrecía a las mujeres un increíble 70 por ciento de reducción de riesgo de obesidad.

Por otro lado, otra de la sorpresa para los investigadores fue el tratamiento de los datos a lo largo del tiempo. En otras palabras, este estudio mostró que el alcohol no sólo no engorda, sino que ayuda a prevenir el aumento de peso en el tiempo.

Además, con la intención de dar un mayor rigor científico al estudio y una mayor validez a los resultados, los investigadores de Harvard tuvieron en cuenta hasta el más mínimo detalle, incluyendo las diferencias de estilos de vida (ejercicio, ingesta habitual de alimentos, hábito de fumar,...) así como las complexiones físicas de las mujeres.

Beber vino no causa aumento de peso

Este estudio realizado en Harvard es sólo uno de la cantidad de grandes estudios realizados en los últimos 25 años que demuestran que el alcohol no causa aumento de peso.

Un estudio de seis años de duración realizado sobre 43.500 personas por la Universidad de Dinamarca llegó a la conclusión de que los abstemios y los bebedores infrecuentes tenían mayores cinturas que los bebedores diarios.

Otro estudio de ocho años de duración realizado sobre 49.300 mujeres por la Escuela de Medicina de la Universidad de Londres llegó a la conclusión de que las mujeres que bebían unos 30 gramos al día (dos copas de vino) eran hasta un 25% menos propensos a aumentar de peso que los abstemios.

Por último, un estudio de diez años de duración realizado con 7.230 personas por el Centro Nacional para el Control de Enfermedades del Reino Unido llegó a la conclusión de que los bebedores habituales aumentaban menos peso que los no bebedores. Además este estudio llega a la categórica conclusión de que el consumo de alcohol no produce aumento del riesgo de padecer obesidad.

Existen además por lo menos una docena más de estudios sobre el alcohol y el peso que, en general, confirman estos resultados.

La explicación, teniendo en cuenta que una copa de vino aporta unas 150 calorías, lo mismo que dos rebanadas de pan, parece estar en la manera en que el organismo procesa los alimentos. Es decir algunos alimentos pueden contener muchas calorías pero éstas no necesariamente se tienen que tranformar materia grasa sino que se liberan en forma de energía.

Así, a modo de ejemplo, alimentos con altos contenidos en proteínas, como carnes magras, se transforman automáticamente en energía en un 25%, miestras que otros alimentos ricos en carbohidrátos como las pastas, arroces y cereales, sólo se transforman en un 10% en energía durante su ingesta.

Hoy la ciencia apunta a que la composición de los alimentos puede transformarlos en mayor o menor medida en energía inmediata.

Así, la forma en que el organismo procesa las bebidas con contenido en alcohol puede hacer que esas calorías se conviertan inmediatamente en energía, sin almacenar ni un miligramo de grasa en el tejido adiposo, incluso ayudando a eliminar la ya acumulada.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 112374 veces