El pulque mexicano, la bebida de los dioses

No es casualidad que la cocina mexicana haya sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2010. Su...

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Martes 11 de Noviembre de 2014

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No es casualidad que la cocina mexicana haya sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2010. Su gastronomía se caracteriza por su sabor irresistible, por esos aromas penetrantes y sus colores vivos que piden a gritos que los degustemos. Comidas y bebidas mexicana no tadmiten un no como respuesta. Dentro de las bebidas más tradicionales, se encuentra el pulque, llamdo también “octli” por los antiguos mexicanos

En tiempos pasados el pulque estaba asociado al culto religioso y sólo lo bebían los sacerdotes o quienes iban a ser sacrificados. 

Durante la época de la Conquista, el consumo se volvió popular ya que su venta generaba grandes ganancias. 

La planta que sirve como materia prima es el maguey, cuya madurez se alcanza entre los 8 y 10 años. La misma es tipo cactácea y tiene hojas llamadas pencas, que le  permiten protegerse del medio externo ya que allí almacena las sustancias que necesita.

La extracción del aguamiel de maguey la realizan los “tlachiqueros” que se valen del  acocote, o raspador de metal y así extraen el jugo que guarda la planta. Luego se coloca en las tinas, generalmente de madera. Ellas son llevadas al tinacal y alllí fermenta el pulque. Primero el aguamiel estará fermentando, gracias a la acción de unos microorganismos, por alrededor de dos días y luego se le va agregando más jugo, hasta alrededor de los dos meses. Aquí interviene la figura del mayordomo que se ocupa de rellenar las tinas con el aguamiel.

El aguamiel es dulce y refrescante y con el correr de las horas se va formando una bebida viscosa y blanca. Luego surgieron algunas variantes de pulque, los “curados” que se combinaron con frutas.

Las pulquerías son los sitios en donde se puede beber de esta bebida de los dioses. Pero ojo con encontrarse con algún toquero! Este personaje llega con su cajita para aumentar la tensión del grupo. La cajita tiene dos cables y una persona toma uno de ellos con una mano y con la que queda libre, le da la mano a su amigo. Así  todos en ronda, quedan tomados. El toquero aumenta la tensión y el primero que se suelta debe beber “hasta el fondo” el pulque que está situado en el centro de la mesa. 

Fuente: Zoom Mexico

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Un artículo de Fatima Sevi
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