¿Se cae el imperio Francés?

La cuna del vino, el país que posee más renombre en el mundo de la enología, se encuentra en crisis. El consumo de sus vinos cae de manera generalizada en todo el mundo, incluyendo a los propios franceses, pero ¿Cuál es el motivo?

Redacción

Jueves 02 de Febrero de 2012

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La cuna del vino, el país que posee más renombre en el mundo de la enología, se encuentra en crisis. El consumo de sus vinos cae de manera generalizada en todo el mundo, incluyendo a los propios franceses, pero ¿Cuál es el motivo?

Marketing agresivo, modas, generaciones nuevas, competencia de otros países y otros pormenores están haciendo que caigan las ventas de los vinos franceses.

Además la llegada de vinos del 'nuevo mundo' es otro de los factores del declive del consumo de sus vinos, tanto en el mercado interno como en exportaciones.

Y esto, para una economía que dominaba el mercado mundial de vinos, es hoy un serio problema, que llega hasta el ámbito político. Así, el ministro francés de Agricultura justificó esta caída del consumo en que el vino francés siempre se situó sobre el gran nivel da vida: denominaciones de origen muy rigurosas y con estrictos controles de calidad que repercuten en el precio, bodegas que son castillos, copas finas, terruños, etc. Y en la actualidad esto no va, es demasiado complicado para la gente común que desea simplemente beber un buen vino.

Quienes entienden indican que, sin descuidar la calidad, se deben cambiar las prácticas de venta y marketing, buscar innovar, modificar las etiquetas, hacer vinos más accesibles, de menores precios y no tan alto nivel.

Los vinos extranjeros les ganan a los franceses en oferta y precios accesibles. Con la entrada de producción de nuevas potencias, con las mejoras en sistemas de producción de vides, y las nuevas bodegas en sitios como Chile, Estados Unidos, Argentina, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, Francia se vio tremendamente afectada.

Encasillamiento

Otra de las críticas que recibe el vino francés es el "encasillamiento", al ser elaborados de forma tradicional se los acusa de no haber evolucionado, de ser vinos "duros", para un único paladar, pensados como antaño.

Las mujeres también beben, tal vez no toman en cantidad como los hombres, pero a la hora de saborear, saben diferenciar y apreciar mejor los aromas, sabores y sensaciones que ofrece el vino.

Los jóvenes es otro de los sectores al que no presta la suficiente atención el vino francés, y al igual que ocurre con la mujeres, buscan nuevas sensaciones y experiencias a la hora de consumir un vino.

Sin duda que el hecho que haya otras alternativas para elegir, quita posibilidad de venta, pero quiénes defienden la identidad del vino francés se escusan en el dicho que dice "la música clásica siempre te espera".

Enólogos y funcionarios locales consultados dicen que el mal momento del vino francés es temporal, y que la cuna de los vinos volverá a ser la reina nuevamente.

Las cifras hablan

Según un estudio reciente, los franceses podrían estar perdiendo la afición por el vino y cada vez son más los habitantes del país que no se identifican con la bebida.

Los hallazgos del trabajo, publicados en “International Journal of Entrepreneurship and Small Business”, apuntan a un declive terminal en la transmisión de la tradición vinícola francesa a las nuevas generaciones.

En casi 30 años, el consumo de vino en Francia ha pasado de los 7.000 millones de botellas de 75cl. a cerca de 4.000 millones. Además, tan sólo el 16% de la población adulta francesa consume vino con regularidad en la actualidad.

Otro de los datos significativos en este declive es que en el año 2010, por primera vez en la historia, un país superó a Francia en consumo de vino: Estados Unidos. No obstante, cabe aclarar, que el consumo per cápita francés sigue siendo el mayor del mundo, de forma simple, las personas que más vino beben del mundo siguen siendo los franceses.

Con todo, según profesionales de la Groupe Escole Supérieure de Commerce de Pau y la Université Toulouse 1 Capitole (Francia), se ha producido un cambio en el patrón de consumo habitual de vino en las comidas cotidianas, el cual se debería a que cada vez son más los que beben únicamente por placer en lugar de descorchar una botella en cada comida.

La cifra total de bebedores de vino ha descendido, notando los expertos que se ha observado un trasvase a favor del número de personas que beben de manera ocasional.

Estos resultados indicarían que el descenso en el consumo se debe a cuestiones sanitarias, sobre todo en las últimas dos generaciones, según opinan los autores del estudio, Pascal Poutet, del Departamento de Autodesarrollo de la ESC Pau, y Thierry Lorey, de la ESC Pau y la UT1 Capitole. Según ellos, cada generación sucesiva representa un incremento generalizado de las actitudes libertarias y de la irreverencia hacia las instituciones.

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