Vilma Delgado
Lunes 14 de Marzo de 2022
Viajamos hasta el norte de Tenerife para conocer el Valle de La Orotava. En esta zona vitivinícola la singularidad del paisaje y la tradición se unen para ofrecer unos vinos únicos. Conozcamos sus playas de arena negra, sus benévolas temperaturas y sus vistas al Teide mientras disfrutamos de una cata de vinos en La Orotava.
La Denominación de Origen Valle de La Orotava se extiende sobre 216 hectáreas de viñas que se cultivan a los pies del Teide y llegan hasta la costa.
Abarca los municipios de La Orotava, Puerto de la Cruz y Los Realejos, donde 18 bodegas y embotelladoras producen los vinos pertenecientes a la D. O.
La D. O. se constituyó en 1995 y desde entonces se está trabajando por recuperar variedades autóctonas y tradicionales de uva como la baboso negro, vijariego y vijariego negro o la marmajuelo.
En La Orotava predomina el cultivo de uva tinta, mientras que Los Realejos destaca por la uva blanca. Las variedades principales son la listán blanco de Canarias y la listán negro.
Las parras se cultivan en vaguadas y laderas y para su conducción se utiliza un sistema único en el mundo: el cordón trenzado.
Este ancestral método confiere su carácter singular al paisaje del valle. Se trata de una trenza que se teje con los propios sarmientos de la parra y que ayuda a los viticultores a adaptarse a la peculiar orografía y optimizar el rendimiento de las vides.
Este cordón trenzado evita que los sarmientos se abran y tradicionalmente se usaba para diversificar los cultivos en el mismo terreno. Este sistema no se puede mecanizar y todas las labores se realizan de forma artesanal
El peculiar clima, marcado por la humedad y los vientos Alisios y los suelos volcánicos confieren a los vinos de La Orotava sabores y aromas muy distintivos.
Los vinos blancos se producen principalmente en la zona occidental y con la variedad listán. En copa, son vinos amarillo pajizo con reflejos ambarinos. Son blancos con aromas afrutados y herbáceos. Son muy equilibrados en boca, frescos y con buena acidez.
Los blancos semisecos o semidulces se elaboran con un coupage de Listán con variedades como la gual, moscatel, malvasía, Pedro Ximénez y marmajuelo. Se trata de vinos más frutales.
Los blancos criados sobre lías evocan recuerdos a pan y se elaboran con listán blanco de Canarias y albillo criollo.
Los blancos con barrica muestran tonos más intensos y ambarinos y aparecen los aromas secundarios propios del paso por madera, como la vainilla o las especias.
Se producen en menor medida y normalmente con la variedad Listán negro. Encontramos rosados secos, afrutados y espumosos. Todos ellos con presencia de frutos rojos y buena persistencia en boca.
Los más abundantes son los elaborados con listán negro. Aunque se están rescatando uvas tradicionales para elaborar monovarietales muy interesantes de vijariego, baboso o castellana.
Destacan los vinos de maceración carbónica, que expresan notas florales y frutales y los jóvenes con gran presencia de frutos rojos.
Los vinos envejecidos son complejos, con notas a regaliz, especias y balsámicos. Son vinos con un buen potencial de guarda.
El Valle de La Orotava ha creado recientemente cuatro itinerarios enoturísticos con los que dar a conocer el patrimonio vitivinícola, paisajístico y cultural de la zona.
Esta ruta permite conocer cepas antiguas y variedades autóctonas de uva. Transcurre por la zona agrícola de El Montijo, donde se yergue una de las haciendas con más tradición vinícola de La Orotava. En esta ruta se pueden visitar dos bodegas de la Denominación de Origen: Bodega Araucaria, donde te recomendamos probar sus blancos y Bodega La Viñita, donde debes probar su tinto tradicional Chivita.
En esta ruta descubrirás los entresijos de la viticultura heroica entre paisajes abruptos plagados de vides. En esta ruta, además de visitar la ermita, podrás catar vinos de tres bodegas: Atlante, de Bodegas Quinta de San Antonio; El premiado Arautava de Bodegas El Penitente y Can, uno de los tintos canarios de referencia, de Bodegas Tajinaste.
Esta ruta está dedicada a la variedad reina de la D. O. Discurre por el paraje denominado Eras del Marqués y culmina en la balsa del barranco de Benijos, con espectaculares vistas. Podrás probar el vino Viñales de La Orotava, de Bodegas Valleoro y los blancos afrutados de Bodegas Tafuriaste.
La singularidad del cordón trenzado domina esta ruta. Es el recorrido más difícil, debido al pronunciado desnivel del terreno. Además de conocer el enorme valor histórico y cultural de este tipo de cultivo, disfrutarás de los vinos de tres bodegas: los vinos tranquilos de la bodega Suertes del Marqués; los vinos vigorosos de Bodegas Murcal y el blanco seco de Bodega Viña El Valle.
Como ves, una cata de vinos por La Orotava es un viaje al pasado, tanto por sus artesanales medios de producción como por la antigüedad del paisaje que rodea a las viñas. Mar y volcán se unen para crear un entorno excepcional y unos vinos únicos.