Vilma Delgado
Lunes 02 de Agosto de 2021
Viajamos hasta las Islas Canarias para conocer una Denominación de Origen que te sorprenderá: Valle de Güímar, en Tenerife. Los vinos de esta D.O. cuentan con una personalidad propia gracias a su cercanía con el mar y a las peculiaridades de sus suelos volcánicos y de una orografía y clima únicos. Conozcamos la D.O. Valle de Güímar y los atractivos de viajar hasta Tenerife para disfrutar de sus paisajes, gastronomía y vinos.
La Denominación de Origen del Valle de Güímar se circunscribe a la zona homónima, que abarca los municipios de Güímar, Candelaria y Arafo, en la costa sudeste de Tenerife. Se trata de un valle de origen volcánico, peinado por los vientos Alisios y de gran belleza paisajística.
El cultivo se produce principalmente en las medianías del valle, aunque también se cultivan viñedos de altura, que se encuentran entre los más altos de España, entre 1200 y 1500 metros sobre el nivel del mar.
La historia del cultivo de la vid y de los vinos está fuertemente arraigada en el Valle de Güímar. Tras la conquista, los pueblos introdujeron para consumo propio cultivos esenciales como la patata, frutales y las viñas. Las vides se plantaban en parcelas contiguas al resto de cultivos. La documentación denomina esta convivencia como “parral y huerta”.
A partir del año 1989, los viticultores comenzaron a asociarse para modernizar los sistemas de producción y fortalecer la imagen y calidad de los vinos de la zona. En 1995 se reconoce definitivamente la D.O. Valle de Güímar y en 2004 se instaló en la zona el Laboratorio Insular de Vinos de Tenerife. Once bodegas conforman esta D.O.
Debido a las diferencias de altitud entre cultivos, el Valle de Güímar ofrece una gran variedad de vinos. Esto se debe a las diferencias climáticas y de suelos. En los cultivos de las medianías, las vides se asientan en suelos volcánicos muy porosos, mientras que los viñedos de altura crecen sobre suelos fértiles y arcillosos.
La uva blanca es la reina del Valle de Güímar. El 65% del viñedo se destina al cultivo de variedades de uva blanca, según datos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen. Las uvas amparadas por la D.O. son las siguientes:
Albillo, Burrablanca, Listán Blanco, Bermejuela, Forastera Blanca, Moscatel de Alejandría, Sabro, Verdello, Vijariego o Diego, Gual, Malvasía, Pedro Ximénez y Torrontés.
Castellana Negra, Bastardo Negro, Listán Negro, Listán Prieto, Merlot, Malvasía Rosada, Vijariego Negro, Negramoll, Tintilla, Cabernet Sauvignon, Moscatel Negro, Pinot Noir, Ruby Cabernet, Syrah y Tempranillo.
En la actualidad se producen en la zona vinos blancos, rosados y tintos. También el primer espumoso de las Canarias, un vino de calidad que ha sido reconocido con distintos premios.
Esta bodega familiar situada en una lengua volcánica produce vinos ecológicos que puedes degustar mientras visitas sus instalaciones y viñedos en las “Ferrera Experiences” que ofertan desde la bodega. No te puedes perder su vino Atlanticum, un tinto coupage de Syrah y Tempranillo que madura en una bodega submarina a 18 metros de profundidad.
152 familias de viticultores conforman esta bodega donde podrás descubrir todo el proceso de producción del vino, desde la vid al embotellado. En vista a esta bodega te recomendamos que pruebes sus afamados espumosos. El primer Brut Nature Reserva de Canarias se creó en estas instalaciones.
Esta bodega familiar de Arafo destaca por la utilización de variedades autóctonas para producir sus vinos. Sus vinos “parcelarios y ancestrales” cuentan con características muy diferenciadas, ya que cuentan con cultivos que van desde el nivel del mar a los 1300 metros de altura. Sus vinos espumosos elaborados con el método ancestral conviden con dos referencias de blancos y un vino naranja.
Esta multipremiada bodega familiar organiza las llamadas “Noches Sugerentes” que aúnan vino, gastronomía y arte bajo la luz de la luna y en un entorno natural privilegiado, como es el Barranco de Badajoz. Esta bodega sigue técnicas de cultivo biodinámicas para la elaboración de sus vinos.
Estas bodegas de gran solera cuentan con dos espacios que puedes visitar. Una de las bodegas se encuentra en La Candelaria, rodeada de cultivos subtropicales como mangos y aguacates. Otra se encuentra en una casa de más de 100 años de antigüedad. Sus vinos han conseguido reconocimientos internacionales. Se trata de vinos francos, varietales, elaborados con uva canaria tradicional cultivada en sus terrenos.
El Valle de Güímar es un destino obligado para los amantes del vino. Tradición y paisaje se dan la mano para ofrecer al visitante vinos con personalidad propia en un entorno volcánico e indómito que solo los hacedores de esta agricultura heroica han sabido tratar para el disfrute de todos sus visitantes.