El Nabucodonosor, la botella gigante de 15 litros que convierte el vino en símbolo de celebración y unión

Bodegas españolas mantienen la tradición de este formato, reservado para ocasiones especiales y valorado por su carga simbólica y calidad

Martes 03 de Junio de 2025

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El Nabucodonosor, la botella gigante que convierte el vino en símbolo de celebración y unión

A mediados del siglo XIX, bodegas y casas de champagne comenzaron a utilizar nombres bíblicos para identificar los diferentes tamaños de botellas. Esta costumbre surgió por el prestigio y el valor que evocaban figuras históricas asociadas al poder y la longevidad. El formato de 15 litros recibió el nombre de Nabucodonosor, en referencia al monarca de la Antigua Babilonia, conocido por su grandeza y lujo. Una botella de este tamaño puede ofrecer hasta 100 brindis, lo que la convierte en una opción pensada para celebraciones muy especiales.

En la actualidad, algunas bodegas españolas mantienen esta tradición. Bodegas Figuero, situada en la Ribera del Duero, elabora cada año solo 15 botellas de su vino Figuero en formato Nabucodonosor. Estas botellas se reservan para ocasiones señaladas como eventos familiares, cumpleaños, lanzamientos de productos o aperturas de restaurantes. El acto de descorchar una botella tan grande se asocia a la generosidad y a la unión entre las personas que comparten el momento.

Felipe Martín, responsable en Bodegas Figuero, explica que el uso más habitual del Nabucodonosor es durante fiestas de 50 cumpleaños. En estos eventos, los invitados suelen firmar la botella y después el anfitrión la conserva como objeto decorativo. Según Martín, este gesto permite recordar ese día para siempre y añade un valor sentimental a la celebración.

El Nabucodonosor no pasa desapercibido en ningún evento. Con una altura cercana a los 70 centímetros y un peso aproximado de 20 kilos cuando está llena, requiere una logística especial para su servicio. En Bodegas Figuero utilizan balancines diseñados para facilitar el manejo manual de estas botellas pesadas. Este sistema permite servir el vino con precisión y evita movimientos bruscos o calentamiento que puedan afectar su calidad. El uso del balancín también refleja el respeto por el vino y por quienes lo disfrutan.

El formato Nabucodonosor representa mucho más que una gran cantidad de vino. Simboliza la idea de compartir y celebrar en compañía. Cada botella reúne a decenas de personas alrededor del brindis, convirtiendo el acto de servir vino en una experiencia colectiva donde lo importante es el encuentro entre amigos o familiares.

La tradición de emplear nombres bíblicos para los grandes formatos sigue vigente en muchas regiones vinícolas del mundo. Sin embargo, son pocas las bodegas que elaboran botellas tan grandes debido a la complejidad técnica y al reducido número de ocasiones adecuadas para su consumo. Por eso, cada vez que se descorcha un Nabucodonosor se produce un momento único que queda grabado en la memoria de los asistentes.

El interés por estos formatos especiales ha crecido entre coleccionistas y amantes del vino que buscan experiencias diferentes. Además del valor simbólico, las grandes botellas ofrecen ventajas técnicas: el vino evoluciona más lentamente gracias al menor contacto con el oxígeno, lo que puede mejorar su conservación y desarrollo aromático.

En definitiva, el Nabucodonosor es mucho más que una botella gigante. Es un símbolo de celebración colectiva y un homenaje a la historia del vino. Su presencia en un evento transforma cualquier reunión en una ocasión memorable donde lo esencial es compartir y disfrutar juntos.

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