Miércoles 12 de Febrero de 2025
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El reciente aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España afecta a casi el 40% de los trabajadores del sector agrícola con jornada completa. Esta medida, aprobada por el Consejo de Ministros, establece un incremento del 4,4% para 2025, fijando el SMI en 1.184 euros brutos mensuales en catorce pagas. El acuerdo fue alcanzado entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos CCOO y UGT.
Vicente Jiménez, representante de CCOO de Industria, ha explicado que esta subida se aplicará a todos los trabajadores temporales en campañas agrícolas y a la mayoría de los sujetos a convenios colectivos. Solo unos pocos trabajadores, con salarios mínimos superiores, no se verán afectados. Según CCOO, el impacto de esta medida es mayor en sectores con salarios medios más bajos, beneficiando especialmente a los asalariados de la agricultura a jornada completa. Se estima que en 2025, 159.600 trabajadores agrícolas a jornada completa recibirán el salario mínimo, frente a los 128.200 de 2024. Esto representa el 9% de los 1,79 millones de perceptores del SMI en España.
Jiménez también ha mencionado que la subida beneficiará a peones y categorías más bajas, y que será necesario actualizar las tablas salariales en casi todos los convenios sectoriales, muchos de los cuales están pendientes de renovación. Por otro lado, Sebastián Serena, de UGT-Fica, ha lamentado que no se logre un incremento salarial pactado a través de convenios colectivos, debido al bloqueo en el diálogo social del sector primario. Serena ha señalado que si los empresarios negocian con los sindicatos, no tendrían que quejarse de la legislación gubernamental, recordando que los productores reciben ayudas mientras sus exportaciones crecen.
Desde el lado empresarial, Juan José Álvarez de Asaja ha expresado que el aumento del SMI es "inasumible" sin bonificaciones o compensaciones para los empresarios agrarios, quienes sufren una subida acumulada del 80% desde 2017. Asaja estima que el coste real para el empresario agrícola será de 1.925 euros por trabajador, considerando cotizaciones e IRPF. Álvarez ha pedido bonificaciones para compensar esta medida, que considera impuesta por decreto, afectando la negociación colectiva.
Miguel Padilla, de COAG, ha señalado que la mano de obra se ha convertido en el principal coste de las explotaciones y que la subida salarial de 2025 tendrá un impacto de mil millones de euros en el sector. Padilla ha criticado que los precios de los productos no se fijan por decreto, y muchas explotaciones no cubren los costes de producción. Aunque apoya salarios dignos para los trabajadores, ha criticado la falta de compensaciones prometidas por la Administración.
La organización UPA ha valorado positivamente los avances laborales, pero ha advertido que la subida del SMI debe repercutirse en la cadena alimentaria y no recaer sobre agricultores y ganaderos. UPA ha resaltado que los salarios son un coste más y deben ser cubiertos según la Ley de cadena alimentaria. La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha señalado que el rendimiento neto de los profesionales del campo está por debajo del SMI aprobado, criticando al Gobierno por no reconocer el esfuerzo de los autónomos agrarios.
En cuanto a otros sectores, la industria alimentaria y la patronal de supermercados han remitido su valoración a la opinión de la patronal CEOE, que no participó en el acuerdo. Emilio Gallego, de Hostelería de España, ha señalado que la mejora del SMI es una muestra del intervencionismo gubernamental en la negociación colectiva. Ha expresado preocupación por un posible "efecto dominó" en los salarios y costes laborales, que sin un aumento de productividad podría generar problemas y ajustes en las empresas.
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