Nuevos datos muestran que los alojamientos de enoturismo ofrecidos por particulares son garantía de “buena cosecha” en España

En España, los anfitriones de casas en zonas vitivinícolas de Airbnb ingresaron 25 millones de euros en el segundo trimestre de 2022 con un ingreso medio unos 2.200 euros mensuales

Jueves 29 de Septiembre de 2022

Compártelo

Leído › 1849 veces

mujer con copa de vino en el campo

Ya sea el Día Internacional del Vino, la Fiesta de la Vendimia o simplemente un miércoles, probablemente sea el momento ideal para tomarse una copa de vino en algún lugar.  Y si no, que se lo pregunten a los más de 120.000 alojamientos de la Categoría Viñedos en Airbnb en todo el mundo, cuyo número de anfitriones aumentó un 60% en el primer semestre de 2022 en comparación con el mismo periodo del año anterior.

En mayo, Airbnb presentó una nueva forma de buscar a través de sus Categorías, incluida la de Viñedos. Ahora, para los anfitriones, compartir una casa ubicada cerca de una zona vitivinícola es garantía de una buena cosecha, y no solo por el aroma de los vinos. En España, los anfitriones que ofrecen estancias en regiones vitivinícolas o cerca de viñedos ingresaron en conjunto 25 millones de euros sólo en el segundo trimestre de 2022, y el anfitrión de la Categoría Viñedos en España generó unos ingresos típicos cercanos a los 2.200 euros durante el mismo periodo, según datos internos de la plataforma facilitados a Vinetur.

En algunas zonas vitivinícolas, los ingresos típicos de los anfitriones de abril a junio de 2022 se situaron muy por encima del salario medio en España, como Binissalem (unos 5.700 €) e Inca (unos 4.100 €) ambas en la Denominación de Origen que lleva el nombre de la primera; el Masnou (unos 5.400 €), cerca de la región de Alella, Sant Pere de Ribes (unos 4.600 €) y Sitges (unos 4.400 €) en la comarca del Baix Penedés. En Altea, en la región vitivinícola de Alicante, en la Comunidad Valenciana, los anfitriones ingresaron unos 2.240 euros en el segundo trimestre, mientras que en Conil de la Frontera, los anfitriones de la región de Cádiz, en Andalucía, obtuvieron unos 1.835 euros en el mismo periodo.

Para Andrea, anfitriona de una casa centenaria con viñedo propio en la gallega Ribeira Sacra, el alojamiento y sus beneficios se han convertido en una experiencia única e inesperada. Andrea visitó por primera vez la Ribeira Sacra cuando tenía 18 años y en ese mismo instante decidió que quería tener una propiedad por la zona. Durante la pandemia, junto a su pareja, por fin se pusieron manos a la obra, y, finalmente, encontraron y compraron una bodega con más de 100 años de antigüedad. Ambos se encargaron de rehabilitar todo el espacio, desde las paredes hasta el mínimo detalle decorativo, con un objetivo claro: hacerlo de la manera más respetuosa posible, tanto con el entorno vinícola y natural como con el medioambiente. Y lo consiguieron. En un primer momento, su idea era disfrutar de la casa los fines de semana, pero sus amigos y familiares la animaron a convertirse en anfitriona en la plataforma y a principios de este verano se lanzó a la aventura. Asegura que no esperaba tantísimas reservas como las que ha obtenido, pero cada vez tiene más claro que a la gente le está encantando el espacio.

Alojamiento de Andrea en la Ribeira Sacra

"Esta zona es popularmente vinícola y cuando compramos la bodega venía con un viñedo particular que, por supuesto, decidimos mantener. Nos gusta que nuestros huéspedes vivan una experiencia 100% inmersiva y descubran lo que es quedarse en un entorno de este calibre. Por ello, tan pronto como confirman la reserva, les hacemos llegar un documento cargado de experiencias y lugares que nosotros mismos hemos probado y nos encantan" cuenta Andrea, anfitriona de una casa en la Ribeira Sacra.

Al igual que Andrea, cada vez más son los interesados en sumarse a la comunidad de anfitriones de alojamientos enoturísticos y disfrutar de los beneficios económicos que ello conlleva.

A 30 de junio de 2022, el 80% de los anfitriones españoles de la Categoría Viñedos aseguraron tener más de 40 años, y el 54% se identificaron como mujeres, revela la plataforma. Incluso los huéspedes españoles que se quedan en este tipo de alojamientos son muy variados, desde los Millennials (45%) hasta la Generación X (32%) o los boomers (10%), pasando por las familias que buscan una escapada al aire libre (24%) o viajeros que optan por  escapadas románticas o con uno de sus mejores amigos (36%).

Esta nueva tendencia, como señalan desde Airbnb, se extiende de costa a costa y de vino a vino. Las principales regiones españolas en las que los anfitriones con alojamientos enoturísticos ingresaron más durante el segundo trimestre de 2022 son:

  1. Islas Baleares (unos 8 millones de euros)
  2. Cataluña (unos 8 millones de euros)
  3. Andalucía (unos 3 millones de euros)
  4. Islas Canarias (unos 2 millones de euros)
  5. Valencia (1 millón de euros)
  6. País Vasco (unos 520 mil euros)
  7. Galicia (unos 493 mil euros)
  8. La Rioja (unos 144 mil euros)
  9. Castilla y León (unos 72 mil euros)
  10. Navarra (unos 43 mil euros)
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 1849 veces