No solo una bodega, un movimiento

Explorar el mundo del vino es como abrir un libro que nunca termina. Cada página revela historias, tradiciones y un legado que se transmite de generación en generación. En este vasto universo vinícola, proyectos como Pies Viejos destacan por su compromiso con la tradición y la innovación, honrando el pasado mientras miran hacia el futuro.

Pies Viejos no es solo una bodega; es una declaración de principios. Fundada en 2020, esta iniciativa se erige sobre tres pilares fundamentales: el respeto por el entorno, la preservación de viñedos antiguos y la celebración de variedades autóctonas. José Carlos Rodríguez, José Luis Villegas y Carlota Acosta, los tres socios detrás de este ambicioso proyecto, aportan una mezcla única de pasión, conocimiento y creatividad al mundo del vino.

El respeto por la tierra se manifiesta en su enfoque de mínima intervención. Al recuperar viñedos singulares, algunos con más de 60 años de historia, Pies Viejos subraya la importancia de mantener el equilibrio natural y la biodiversidad. Estos viñedos viejos, con raíces profundamente entrelazadas con la historia de la tierra, son testimonio vivo de la sabiduría de los viticultores que los cultivaron. La selección cuidadosa de variedades autóctonas refleja un profundo conocimiento del terroir y una firme creencia en el potencial sin explotar de estas uvas.

La localización de sus viñedos es otro aspecto que destaca. Con parcelas en la comarca natural de La Mancha y en la Sierra de Gredos, el proyecto se beneficia de una diversidad de microclimas y suelos. Esto no solo contribuye a la singularidad de sus vinos sino que también refleja el compromiso de Pies Viejos con la sostenibilidad y la preservación del patrimonio vitivinícola español.

Los vinos de Pies Viejos, como el Orange Wine y el Alberchón, son el resultado de este meticuloso cuidado y dedicación. El Orange Wine, un Airén de viñedos viejos, es un homenaje a la tradición y la innovación. Fermentado y criado en huevos de barro con sus pieles, este vino encapsula la esencia de la uva y el carácter del terroir. Por otro lado, el Alberchón, un monovarietal de Garnacha, es un claro ejemplo de cómo el manejo respetuoso del viñedo y una vinificación cuidadosa pueden exaltar las características varietales y la expresión del terruño.

Lo que verdaderamente distingue a Pies Viejos es su capacidad para contar historias a través de sus vinos. Cada botella es un capítulo de un relato mayor, una narración que habla de tradición, resiliencia y amor por la tierra. Los socios de Pies Viejos no solo son custodios de un legado invaluable; son narradores que, a través de su trabajo, nos invitan a redescubrir la riqueza y diversidad del vino español.

El proyecto Pies Viejos es un recordatorio poderoso de que el vino es más que una bebida; es cultura, es historia y, sobre todo, es un puente entre el pasado y el futuro. Al honrar a sus antepasados y al mismo tiempo abrazar nuevas técnicas y enfoques, Pies Viejos está trazando un camino hacia un futuro donde el vino sigue siendo un símbolo de identidad, tradición y comunidad.