¿Acabará el cambio climático con el vino español?

Los viñedos están resultando muy afectados por los cambios repentinos de las temperaturas y otras adversidades climatológicas

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Lunes 26 de Abril de 2021

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Asistimos a una época tremendamente inquietante en relación al clima en nuestro planeta; desde desertificaciones de zonas frondosas antaño, pasando por feroces huracanes, hasta terribles inundaciones, sumadas a un deshielo sin precedentes y un aumento insostenible de la temperatura global, lo que se traduce en una gran preocupación por el futuro de las cosechas y sus consecuencias directas sobre nuestro estilo de vida.

Benjamin Cook, de la Universidad de Columbia y del Goddard Institute for Space Studies de la NASA, señala a Álvaro Hermida en El Confidencial que el vino es similar al canario que entraba con los mineros a las minas de carbón antiguamente, en lo que a las consecuencias del cambio climático en la agricultura respecta.

En España, la consecuencia más directa de este escenario que hemos descrito, es el peligro inminente que supone para las cosechas y producción de uno de nuestros productos estrella, el vino.

Nuestro país no puede abstraerse de los severos cambios que están sufriendo otras latitudes cercanas en Europa, con bruscos cambios en los patrones de lluvia y aumentos exagerados de temperatura con episodios de drásticas bajadas, que sin duda están ya afectando y afectarán a futuras cosechas.

Este panorama implica que en contrapunto, en zonas septentrionales vaya a ser posible en un futuro no muy lejano, la producción de buenos e interesantes nuevos vinos.

Los expertos apuntan que reorganizar el cultivo por zonas de determinadas variedades de uva en todo el planeta, podría ser una fórmula viable de no perder las cosechas; tras la subida de hasta dos grados en la temperatura global por el innegable cambio climático que vivimos. Incluso si esa temperatura subiera hasta los cuatro grados, con esta fórmula podríamos rebajar las pérdidas a un tercio del total, aseguran algunos científicos.

Si no hacemos nada, los datos son claros, con un aumento de dos grados, casi un 56% de las zonas de cultivo y producción de vino actuales, serán completamente inviables. Hablamos de más de la mitad.

Probablemente la única variedad cultivable sería la garnacha, moviéndose forzosamente el cultivo de las actuales a zonas situadas mucho más al norte, donde hoy en día no es posible cultivar vid. Un hecho, que sin duda, cambiaría para siempre el mapa mundial en la producción de los mejores vinos, algo que afectaría directamente a España.

Un artículo de Angélica Mur
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