Calendario Lunar y Vinos de las Estrellas

La vinculación entre los procesos vitales de animales y plantas con los ciclos de los astros y más concretamente con la Luna y sus ritmos, es tan antigua como la misma agricultura.

Desde La Bodega de las Estrellas ofrecemos a todos los interesados el envío en formato digital del Calendario Lunar 2021, con una breve explicación de sus ciclos y ritmos. Podéis solicitarlo a [email protected].

Desde siempre el agricultor ha tratado de saber cuáles eran los mejores momentos para realizar los trabajos en sus cultivos, primero para que su resultado asegurara el éxito en las cosechas y enseguida para procurar una forma de vida a sus plantas que les garantizarán longevidad y equilibrio en su producción, especialmente en los leñosos y particularmente en la viña, y su labor más estresante que es la poda.

Todos hemos oído directamente o nos han referido recomendaciones de días de poda con tal o cual luna; independientemente de la calidad del comentario, ya que no todo es vinculado a luna creciente y menguante, puesto que hay otros ciclos y ritmos, que en este caso concreto son más efectivos.

Para aquellos que dudan, permítanme la invitación a la reflexión en base a un fácil razonamiento. Si al principio fue el big bang y de allí deriva la complejidad del cosmos, de la vida, de la célula y del átomo. Sería razonable pensar que las mismas leyes deben regularlo todo. Permitamos a los científicos trabajar y descubrir cómo son y funcionan esas leyes, pero no nos escandalicemos si se vinculan los diversos ciclos y ritmos de la Luna, con también distintos procesos de la vida.

Esta es la virtud del Calendario Lunar que figura en la ilustración. Nos ayuda a establecer los buenos momentos para programar distintas prácticas agrícolas. Se trata de ajustar el efecto lunar en la adecuada acción que nuestro trabajo va a suponer en el cultivo o el suelo donde se asienta.

Conseguimos no solo evitar el estrés de los cortes y de poda, sino que además favorecemos el ajuste de la fisiología y metabolismo en la viña; con la secuenciación del ritmo energético creciente y menguante o ascendente y descendente.

La respuesta contrastada del viñedo es un metabolismo sosegado y en consecuencia la mejora y ampliación de su capacidad de fijación de aromas y sabores en los frutos.

Los efectos de los ritmos lunares también se manifiestan en los procesos de elaboración. Los viejos bodegueros cargados de experiencia aplicaban la Luna en su trabajo, vinculando a procesos de decantación o estabilización en los vinos. Pensad que los actuales procedimientos de filtración son relativamente modernos y antes primaban los procesos de afinado naturales.

Todavía es fácil encontrar referencias cercanas, por ejemplo, en las formas de trabajo de los vinos finos y manzanillas, en los que siguen siendo determinantes sus efectos.

De una forma aplicada, los mejores días para podar se producen con la Luna en periodo descendente que es cuando el arco de la Luna es noche a noche más bajo en el horizonte. Y por ejemplo, en elaboración se recomiendan los días de menguante para fermentaciones pausadas, esenciales en los vinos Premium.

Como resultado de esta aplicación, ya durante años, os proponemos los Vinos de las Estrellas EGO Vinum:

Los códigos de colores identifican el perfil del vino según las cualidades de los cuatro elementos: Amarillo es Aire, Azul es Agua, Rojo es Fuego y Morado es Tierra.

Aire imprime en el vino cualidades sutiles y delicadas de color y aromas.

Las cualidades Agua están más relacionadas con sabores amables y fáciles con texturas suaves.

Fuego trasmite energía e intensidad en colores, aromas y sabores con finales golosos.

Tierra trasmite a los vinos estabilidad estructural y madurez.