Martes 08 de Agosto de 2023
El panorama de la viticultura en España no es igual en todas las regiones. Mientras que áreas como La Rioja, Extremadura y Cataluña han recurrido a medidas para gestionar la abundancia de vino en el mercado, otras, como Castilla-La Mancha, se han mantenido al margen. Esta decisión podría tener consecuencias significativas para el sector en la región manchega.
La Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas (AIVE) ha expresado su preocupación ante la pasividad de la industria vitivinícola en Castilla-La Mancha. Según estimaciones, la región ha experimentado pérdidas que rondan los 100 millones de euros por no haber implementado la destilación de crisis, un proceso que hubiese permitido regular el mercado vinícola en un momento crucial.
Lorenzo Delgado, presidente de la AIVE, ha señalado que la destilación de crisis no sólo habría impulsado una necesaria alza en los precios del vino, particularmente en los tintos que actualmente poseen un valor de mercado considerablemente bajo, sino que también habría sido una herramienta eficaz para retirar aquellos vinos que enfrentaban problemas para ser comercializados a un precio que beneficiase a los productores.
Las cooperativas, por su parte, han estado vendiendo sus existencias a precios que muchos consideran insostenibles. Esta situación se complica aún más en el contexto económico y de mercado actual, que ya de por sí es complicado. Para Delgado, esta falta de acción denota una desvinculación del Gobierno regional con respecto a las necesidades de la industria vitivinícola. Asimismo, Delgado ha criticado la inactividad de las organizaciones agrarias y cooperativas de la región, quienes no han tomado medidas para capitalizar la oportunidad que presentaba la destilación.
Es llamativo que Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha, entidad que gestiona cerca del 75% del vino y mosto de la región, no haya solicitado la activación de esta destilación. Delgado ha destacado que estas cooperativas están deshaciéndose de sus productos a precios notablemente bajos, en un intento por aumentar la liquidez y liberar espacio de almacenamiento de cara a la próxima vendimia. Ante este panorama, se augura una campaña vitivinícola particularmente complicada.
En contraste, regiones vecinas como La Rioja, Extremadura y Cataluña sí han optado por activar la destilación de crisis, haciendo evidente la divergencia en la gestión de la industria vitivinícola en el territorio español.
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| Castilla-La Mancha descarta la destilación de crisis |