Ribeteado Magnum: la voz honesta de la tierra en cada copa

La nueva joya de Hilo Negro que celebra la pureza del terroir

Escrito porAna Sofía

Lunes 14 de Abril de 2025

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Entre brisas salinas y tierras que han sido testigos de generaciones enteras dedicadas al vino, en Valle de Guadalupe, nace Hilo Negro, un viñedo que busca trazar tendencias. Desde su primera cosecha, Hilo Negro entendió que la tierra dicta el carácter y que cada botella es un retrato sincero de lo que sucede entre el cielo y las raíces. No hay fórmulas preestablecidas ni vinos pensados para encajar; aquí cada etiqueta es una declaración de intenciones, un manifiesto de la uva que ese año decidió hablar más fuerte.

Entre esa filosofía de respeto absoluto al terroir y obsesión por el detalle, surge Ribeteado Magnum, un vino tinto que condensa el carácter de su variedad, el alma de su origen y la visión inquieta de quienes lo crean. Se trata de un Cabernet Sauvignon nacido en el 2021, una añada marcada por días cálidos y noches frescas, que permitió a las uvas alcanzar una madurez perfecta sin perder su acidez natural. Proveniente de El Porvenir, una de las zonas más emblemáticas de Ensenada, Ribeteado es una postal líquida de la Baja profunda, donde el desierto y el mar se cruzan sin pedir permiso.

Un rojo cereza intenso que refleja en copa la concentración lograda en viñedo, con ribetes profundos que adelantan su estructura y capacidad de evolución. En nariz es un abanico generoso de aromas, donde se entrelazan capas de cedro y menta con notas especiadas que recuerdan la pimienta negra recién molida y el cacao amargo. Conforme el vino respira, esos matices evolucionan hacia un perfil más oscuro, en el que las frutas negras maduras como grosella y ciruela toman protagonismo, siempre envueltas por la sutileza de un roble nuevo que no busca robarse la escena, sino acompañar con elegancia.

En boca, Ribeteado Magnum confirma lo que promete en nariz. Su entrada es amplia y sedosa, con una textura untuosa que envuelve el paladar. La fruta negra vuelve a presentarse, ahora con mayor profundidad, acompañada de un eco mineral que recuerda la tierra misma. La madera aparece en el momento justo, aportando estructura y esa sensación de vino bien construido, donde cada elemento tiene su espacio sin necesidad de pelear por atención. El final es largo y limpio, con un retrogusto que mezcla sutiles notas tostadas con un recuerdo herbal fresco, casi mentolado.

Elaborado en una edición sumamente limitada de 546 botellas, Ribeteado Magnum es un testamento de paciencia y cuidado. Pasó 14 meses en barrica nueva de roble francés, un proceso que le otorga una columna vertebral que permitirá su evolución en botella durante al menos siete años más. A pesar de su potencia y carácter, Ribeteado no es un vino ruidoso; es más bien un vino que habla con firmeza, pero sin gritar. Un vino pensado para acompañar cortes gruesos a la parrilla, con ese sello de humo y grasa que encuentra en su acidez un equilibrio perfecto, o quesos maduros cuya intensidad requiere un contrapunto igual de robusto.

Más allá de sus detalles técnicos, Ribeteado Magnum es una representación pura de la filosofía de Hilo Negro: crear vinos que hablen de su origen con la misma claridad con la que un río refleja el cielo. No hay máscaras ni artificios, solo la honestidad de la tierra, la paciencia de la bodega y la convicción de que un vino, para ser memorable, debe emocionar desde la primera copa. En una región donde cada vez es más fácil perderse entre etiquetas que buscan impresionar, Ribeteado es un recordatorio de que la verdadera sofisticación radica en respetar el origen y escuchar lo que la uva tiene que decir.

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