Champán ¿una burbuja a la vista?

Las primeras voces alertan de una posible burbuja especulativa del vino francés más famoso del mundo, con precios extremadamente altos, aumentos de producción y disminución de la demanda global

Roberto Beiro

Martes 01 de Agosto de 2023

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Tal y como vimos en recientes artículos de Vinetur, el vino Francés mantiene su imparable ascenso en el mercado global, con una impresionante facturación que ha superado la asombrosa cifra de 12.000 millones de euros en 2022, y que parece mantener el mismo ritmo en este 2023. Este logro se ha sostenido especialmente gracias a su vino estrella: el Champán. No obstante, a pesar de este éxito rotundo, las primeras voces de alerta ante una posible burbuja en el sector han comenzado a florecer, y provienen directamente desde Francia.

El mundo del Champán se enfrenta a un panorama desafiante con la caída de las ventas y la competencia de otras regiones vitivinícolas. Sin embargo, lejos de quedarse atrás, Champán, en una aparente huida hacia adelante, se propone hacer de su añada 2023 algo aún más grande.

El Consejo Regulador ha establecido los niveles de rendimiento para la cosecha de Champán de 2023, y las respuestas de los productores han sido diversas. Algunos celebran los niveles de rendimiento incrementados, mientras que otros indican que las nuevas normativas permiten producir aún más Champán en un momento en el que las ventas están disminuyendo en los principales mercados mundiales de esta denominación de origen.

El pasado 19 de julio, Champán anunció su estrategia de rendimiento para la añada 2023, estableciendo el rendimiento comercial en 11.400 kg/ha y permitiendo a los productores recoger otros 4.100 kg/ha adicionales para su Réserve Individuelle (RI). También anunciaron que el RI aumentará de 8.000 kg/ha a 10.000 kg/ha.

El RI es un sistema único de Champán que permite a los productores cosechar más en años de abundancia y guardar esos recursos, ya vinificados, para años con carencias. Esta modificación en el RI requiere un cambio en el cahier des charges, que fue aprobado preliminarmente en junio, omitiendo la investigación habitual requerida por el INAO. Sin embargo, se espera que esta aprobación definitiva no sea rechazada.

Olivier Russeil, representante regional del INAO, comentó que se aceleró el cambio porque "la cosecha de este año, abundante y prometedora, permitiría a los productores recoger todas las uvas por encima del rendimiento comercial, protegiéndolas de posibles calamidades climáticas en el futuro". Por su parte, David Chatillon, presidente de la asociación Union des Maisons de Champán, expresó que, debido a los rendimientos cada vez más erráticos, es esencial reforzar la resiliencia de Champán mejorando continuamente sus herramientas regulatorias.

La noticia ha generado reacciones divididas. Algunas bodegas aplauden la iniciativa como una excelente herramienta para incentivar a los productores a adoptar prácticas más ecológicas. No obstante, hay quienes cuestionan la necesidad de ampliar el RI, ya que hasta ahora nunca se han agotado las existencias de la denominación de origen. Otros afirman que esta medida parece alejada de la realidad de algunos productores, en especial de aquellos dedicados a la viticultura orgánica.

Otro punto de discusión es el incremento en el RI para reforzar la resiliencia comercial de Champán. El hecho de optar por un rendimiento comercial que supera las cifras de ventas actuales y las previsiones para fin de año ha generado controversias.

Las ventas, por su parte, han mostrado un descenso en volumen, aunque un aumento en facturación debido a un incremento de los precios. Los tres mayores mercados de Champán – Francia, EE.UU. y el Reino Unido – han visto disminuir sus ventas (volumen). En contraste, las ventas (volumen) de Prosecco han experimentado un notable crecimiento. La pregunta que inquieta a muchos es ¿será el Champán capaz de mantener los precios al alza mientras disminuye el volumen al tiempo que la competencia de Prosecco y Cava están al acecho? 

Otro factor preocupante es el incremento en el uso de herbicidas y otros químicos en la producción de Champán. Un estudio de Agreste reveló que el uso de químicos en Champán supera significativamente al de otras regiones como Alsacia y al promedio francés. Esta problemática ha generado preocupación por la contaminación del agua y del suelo en la región, a sabienda que los consumidores actuales demandan vinos más naturales.

Con las nuevas regulaciones propuestas por la UE, que buscan reducir a la mitad el uso de pesticidas para 2030, Champán deberá replantearse sus métodos de producción en los próximos años.

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