Hidromiel: la bebida milenaria que renace en La Rioja con abejas trashumantes

El hidromiel es una bebida fermentada considerada una de las más antigua del mundo y se ha recuperado recientemente por algunos cocineros y productores españoles. Uno de ellos es Ismael Echapresto que elabora hidromieles con diferentes tipos de miel y los fermenta en barricas usadas para vinos blancos, Palo Cortado o Tokay.

Lunes 06 de Marzo de 2023

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Ismael Echapresto
Ismael Echapresto

El hidromiel es una bebida alcohólica que se obtiene de la fermentación con levaduras de una mezcla de miel y agua. Se cree que es la bebida más antigua del mundo y que fue consumida por civilizaciones como los egipcios, los griegos, los romanos o los vikingos. Sin embargo, con el paso del tiempo fue perdiendo popularidad frente al vino o la cerveza.

En los últimos años, algunos cocineros y productores españoles han recuperado el interés por el hidromiel y lo han incorporado a sus propuestas gastronómicas. Uno de ellos es Ismael Echapresto, viticultor y apicultor, hijo de hosteleros y propietarios de Venta Moncalvillo, restaurante con una estrella Michelin en Daroca (La Rioja). Junto con su hermano Sergio, ha creado el proyecto Moncalvillo Meadery que une apicultura, enología y gastronomía, produciendo una colección de hidromieles artesanales que elaboran con miel de abejas trashumantes.

Las abejas trashumantes son aquellas que se trasladan a diferentes zonas según la floración para obtener distintos tipos de miel. Así, Ismael Echapresto cuenta con mieles de romero, tomillo, brezo o eucalipto entre otras. Cada una le aporta un sabor y un aroma diferente al hidromiel.

Para elaborar el hidromiel, Ismael Echapresto mezcla la miel con agua en proporciones variables según el grado alcohólico que quiera obtener. Luego añade levaduras seleccionadas y deja fermentar la mezcla durante varios meses en depósitos de acero inoxidable. Después trasiega el líquido a barricas usadas para vinos blancos de Rioja o Jerez (Palo Cortado) o para vinos dulces como el Tokay húngaro. Allí permanece entre seis meses y un año hasta que adquiere las características deseadas.

El resultado son hidromieles únicos que reflejan el origen floral de la miel y las notas aportadas por las barricas. Son bebidas aromáticas, complejas y versátiles que pueden maridar con diferentes platos del restaurante Venta Moncalvillo. Por ejemplo, el hidromiel de romero va bien con un plato de verduras asadas; el de tomillo acompaña a un guiso de conejo; el de brezo armoniza con un postre de chocolate; o el de eucalipto se sirve como digestivo. También es muy popular el cerdo asado con salsa de hidromiel y mostaza, la lubina a la brasa con marinado de hidromiel y jengibre, y el helado de hidromiel con manzana asada. En general, los chefs utilizan el hidromiel en una gran variedad de platos, desde carnes y pescados hasta postres y salsas.

Ismael Echapresto no es el único cocinero que utiliza el hidromiel en sus creaciones culinarias. Otros chefs como Ángel León (Aponiente), Rodrigo García Fonseca (La Salita) o David Muñoz (DiverXO) también han incorporado esta bebida milenaria a sus cartas.

Además de su sabor y su versatilidad en la cocina, el hidromiel también tiene propiedades saludables. Algunas variedades de hidromiel contienen antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos para la salud, y se cree que puede ayudar en la digestión y en el fortalecimiento del sistema inmunológico.

El hidromiel es una bebida con una larga historia y una gran variedad de sabores y, sin duda, su popularidad está en aumento en la cocina gracias a su sabor único y a sus propiedades saludables, y es probable que siga ganando seguidores en los próximos años.

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