El vino para mamá

Parece, según algunas listas, que a las mamás solo les gustan los vinos rosaditos, los blanquitos florales... Pues no. A las mamás les gustan todos los vinos.

Javier Campo

Jueves 28 de Abril de 2022

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¿Cuándo vamos a dejar de catalogar a las personas con ciertos vinos basándonos en estereotipos? Especialmente en estos días, el del padre y el de la madre, las listas de vinos publicados van encaminadas a los tintos para los papás y los rosados para las mamás. Y eso cuando se le regala vino a la mamá, porque lo clásico es una botella de vino para papá y una de colonia para mamá. Hay que cambiar el chip.

Mirad, hoy nos vamos de compras. Vamos a comprar el regalo del día de la madre. De la madre wine lover. La que comparte momentos y la que de tanto en tanto le hace falta disfrutarlo en la intimidad de la soledad y la tranquilidad.

Ya os hemos hablado varias veces de la importancia de la copa a la hora de disfrutar un vino. Esas copas rococós que le regalaron a tu madre en la boda no sirven para nada excepto para coger polvo en el comedor. Nos vamos hasta el centro de Europa, Alemania. Nos vamos a decir ninguna marca para que nadie se ofenda. En Austria o en Suiza, también hay. Es cierto que son copas de un precio elevado, pero, elevan al vino a lo más alto.

El enoturismo es una muy buena actividad para regalar ya que combina viajes, cultura y, porque no, relajación. En muchas regiones vitivinícolas españolas o no, existen rutas en las que, además de probar maravillosos vinos, se pueden conocer bucólicos parajes y combinarlo con actividades al aire libre o con momentos dedicados al cuerpo, tales como los balnearios o spas, donde recibir tratamientos cuya base es el vino y dejaran a la mami como nueva. Y que decida si quiere ir sola o acompañada.

Y para quienes no quieren o no pueden gastarse mucho dinero, tenemos miles de opciones en forma de botella. Podéis regalar un tanto de garnacha tintorera con mucha estructura y una graduación más elevada. También os podéis ir hacia un buen vino generoso tipo VORS de esos interminables en aromas y largos en recuerdo. O quizás podéis buscar esa variedad casi extinta y que solo se elabora en ese rinconcito de esa región y que no destaca en medio de los comerciales, pero es extremadamente singular. Como tu mamá.

Ahora, imagínate. Una buena copa, con un buen vino y en un lugar maravilloso. Y en medio de todo eso, la persona que te ha dado la vida. Regalazo.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
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