Dehesa de Luna: “La certificación ecológica de nuestros vinos era un paso natural y coherente”

Entrevista con José Luis Asenjo, director técnico de la bodega de La Roda que está a punto de poner en el mercado sus primeros vinos ecológicos

José Antonio Sanjurjo

Viernes 10 de Mayo de 2019

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José Luis Asenjo es el director técnico de la bodega Dehesa de Luna, en La Roda

Dehesa de Luna ya está acreditada para elaborar vinos ecológicos. El certificado era un paso lógico en esta finca de La Roda (Albacete), caracterizada desde hace años por su respeto al medio natural. Con José Luis Asenjo, su director técnico, vemos cómo afrontan el cambio desde la empresa.

¿Qué supone para Dehesa de Luna obtener este certificado?

Dada la filosofía de la bodega de producir vinos conservando el entorno natural que nos rodea y también la política de la empresa de ser lo más sostenible posible, podemos considerar la certificación ecológica como la acreditación administrativa de esta filosofía de trabajo.

En realidad, era algo natural que teníamos que hacer de inmediato porque somos conscientes de que estamos en un entorno natural privilegiado, lo queremos conservar y queremos vivir aquí mucho tiempo. De hecho, el resto de los cultivos de la finca, como cereal, olivar, pistacho y almendro, ya están también en cultivo ecológico.

Las condiciones para lograr la certificación ecológica son bastante exigentes, pero lo cierto es que ya tenían muchos pasos dados...

Sí. Muchas de las técnicas aplicadas desde mucho antes de la certificación eran ya acordes con ella. Por ejemplo, hace muchos años que no utilizamos herbicidas y protegemos el suelo frente a la erosión utilizando cubiertas naturales en toda la superficie. Además, las condiciones ambientales de esta zona facilitan mucho el cultivo ecológico. La presión de enfermedades en el viñedo no es tan grande como en climas más húmedos.

Dehesa de Luna se ha caracterizado siempre por producir vinos conservando su entorno natural

¿No han tenido entonces ningún reto especial para ser considerados vinos ecológicos?

Hay que tener en cuenta que la producción ecológica tiene menos herramientas de defensa fitosanitaria que los cultivos convencionales. Es un pequeño reto, pero como he dicho antes estamos en una zona privilegiada por sus condiciones ambientales. Posiblemente sea el oídio la enfermedad más importante pero se controla fácilmente con productos ecológicos.

Tenemos otros retos en el cultivo relacionados con el clima, que nos obliga a una cuidadosa gestión de la vegetación y del riego para evitar los efectos de los excesos térmicos típicos de la zona.

La apuesta por variedades autóctonas ayuda en ese sentido, ¿no?

Sí. Son variedades tradicionales de clima mediterráneo. Se trata de genotipos que ya se han seleccionado en estas condiciones ambientales y estánas mucho mejor adaptadas que variedades procedentes de climas fríos. El uso de variedades como Garnacha Tintorera, Garnacha Blanca, Tempranillo o Graciano hace que su cultivo aquí sea más sencillo que, por ejemplo, la variedad Merlot procedente de climas más fríos y que presenta dificultades agronómicas en nuestras latitudes.

La bodega apuesta por variedades tradicionales de clima mediterráneo, como la Garnacha Tintorera, la Garnacha Blanca, la Tempranillo o la Graciano

Eso en cuanto a viticultura, ¿pero también en la tarea en bodega la producción ecológica impone algún tipo de condicionante?

Sí. Solo se pueden utilizar productos enológicos naturales perfectamente definidos en la normativa. Además, hay un límite máximo de sulfuroso más restrictivo que en los vinos convencionales. En cualquier caso, hay herramientas suficientes para llevar a cabo vinificaciones sin ningún problema.

¿Cuándo llegan al mercado los primeros vinos ecológicos de Dehesa de Luna?

Ya. Esta cosecha de 2018, la primera certificada, ya aparecerá con la etiqueta ecológica según vaya saliendo al mercado. Los primeros son un Rosé y un blanco de Garnacha Blanca. Los vinos tintos tendrán que esperar a que se termine el proceso de crianza.

¿Qué valor adicional tiene un vino de producción ecológica para el consumidor?

El valor adicional fundamental es el consumo de un producto libre de productos fitosanitarios y enológicos de síntesis. Además, en nuestro caso el consumidor puede estar seguro de que la producción de uva y vino no ha supuesto daño alguno en el medio, más bien todo lo contrario. Nuestra viticultura está integrada en el medio natural, siendo una herramienta de protección y uso racional de los recursos.

En cualquier caso, en estos momentos en España este tipo de vinos no tiene un reconocimiento comercial tan importante como puede tenerlo en otros países de nuestro entorno. Ojalá llegue el momento en que el consumidor valore el esfuerzo tanto del cultivo de uva ecológica como de la elaboración de vinos ecológicos.

En todo caso, ¿observan algún perfil de consumidor que lo esté valorando?

Fuera sí, en España no. Sí hay un mercado de importadores cada vez más importante que sólo compra vino ecológico. Hay ferias de vino ecológico muy importantes en Europa y el consumidor centroeuropeo sí valora los vinos ecológicos.

La falta de interés en el mercado interno, ¿se debe a una insuficiente cultura del vino, a razones económicas...?

No, no son razones económicas porque no suele haber sobreprecio en los vinos ecológicos españoles. Posiblemente sean varias las razones: bajo conocimiento general del vino, imagen tradicional del vino como un producto natural, bajo consumo en volumen per cápita...

En Dehesa de Luna el viñedo forma parte de un proyecto mayor. ¿El vino ecológico complementa otras producciones?

La finca tiene otros cultivos que ya estaban certificados, como cereales, leguminosas, almendra, aceituna de almazara y pistacho. Todos los cultivos de la finca están certificados.

¿Están efectuando algún proyecto singular para incentivar la biodiversidad o la  propia dinámica de la finca es un incentivo en sí mismo?

Basta un par de datos. De las 3.000 hectáreas que componen la finca, 2.000 son terreno forestal entre bosque mediterráneo y tierras reforestadas. Solo un tercio de la finca es terreno agrícola. Y todo formando un mosaico de parcelas de diferente tamaño, forma y uso, de manera que tenemos un paisaje diverso, bello y con una riqueza biológica impresionante.

Las etiquetas de nuestros vinos lo reflejan muy bien. Tenemos claro que queremos seguir como estamos, sin pasos atrás en ese sentido. Queremos conservar lo que nos han dado nuestros mayores. Hasta nuestras manos ha llegado una finca en un estado natural maravilloso y ahora mismo lo que tenemos que hacer es usarla y mimarla al mismo tiempo.

El uso actual de la finca es en sí mismo un proyecto de conservación. Los cultivos típicamente mediterráneos como el cereal, viñedo, olivar y almendros, perfectamente adaptados a nuestras condiciones ambientales y por lo tanto sostenibles y respetuosos con el medio, junto con las 2.000 ha de terreno forestal, garantizan la conservación de Dehesa de Luna a largo plazo.

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