El ácido fumárico como alternativa al sulfito

Un aliado para controlar la fermentación maloláctica y obtener vinos más complejos

Miércoles 08 de Mayo de 2024

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Uno de los aspectos más interesantes en la producción de vinos es la fermentación maloláctica, un proceso fundamental para definir el carácter final de muchos vinos. Recientemente, el uso del ácido fumárico ha captado la atención de enólogos y viticultores por su capacidad para influir en este proceso. Un compuesto que está cambiando algunas prácticas enológicas y cuál podría ser su impacto en el futuro del vino, especialmente en los espumosos.

La fermentación maloláctica, para aquellos menos familiarizados, es una transformación bacteriana en la que el ácido málico, presente de manera natural en las uvas, se convierte en ácido láctico, que es más suave. Este cambio no solo reduce la acidez total del vino, sino que también contribuye a su estabilidad y complejidad aromática. Sin embargo, no siempre es deseable que todos los vinos pasen por esta fermentación, particularmente en aquellos estilos donde se busca preservar una alta acidez, como es el caso de muchos vinos espumosos.

El ácido fumárico emerge aquí como un interesante protagonista. Este compuesto ha sido estudiado y recientemente autorizado por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y la Unión Europea, lo que garantiza su seguridad y eficacia bajo ciertos usos enológicos. Su función principal es actuar como un inhibidor de la fermentación maloláctica. Al añadirlo a ciertos vinos, puede impedir que las bacterias lácticas realicen su trabajo, permitiendo a los enólogos mantener el perfil de acidez deseado sin recurrir al uso de anhídrido sulfuroso, un conservante más tradicional y común en la vinificación.

La importancia de reducir el anhídrido sulfuroso en la vinificación no es menor. Este compuesto, aunque efectivo en la conservación del vino, puede generar preocupaciones tanto desde el punto de vista de la salud como de la percepción sensorial del vino. Por lo tanto, encontrar alternativas que permitan controlar la fermentación maloláctica sin su uso es un avance significativo.

Fernando Zamora, renombrado en el campo de la enología, ha abordado en profundidad los efectos y beneficios del ácido fumárico. En sus presentaciones, Zamora detalla cómo la integración de este ácido no solo es una alternativa viable para el control de la fermentación, sino también cómo puede contribuir a la producción de vinos espumosos que mantienen su frescura y vivacidad. Estos vinos, valorados por su chispeante acidez, pueden beneficiarse enormemente de un método que evite la fermentación maloláctica de forma eficiente y segura.

Sin embargo, la aplicación del ácido fumárico no está exenta de retos. La dosificación y el momento de su adición son críticos para asegurar que el proceso de inhibición se realice sin afectar negativamente otras cualidades del vino. Además, es esencial un entendimiento profundo de las interacciones químicas que ocurren, para evitar cualquier efecto adverso que pudiera comprometer la calidad o la integridad del producto final.

El potencial del ácido fumárico en la vinificación moderna es considerable. Su capacidad para ofrecer una alternativa al anhídrido sulfuroso, reduciendo al mismo tiempo la necesidad de intervenciones químicas más agresivas, lo coloca en un lugar prominente dentro de las innovaciones enológicas del siglo XXI. A medida que más investigaciones soporten y expandan nuestro conocimiento sobre su uso efectivo, podríamos estar mirando hacia una nueva era en la producción de vinos, donde la calidad y la seguridad alimentaria van de la mano de prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Esto es especialmente relevante en un mundo donde los consumidores son cada vez más conscientes de lo que consumen y cómo se produce.

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