Jueves 24 de Julio de 2025
Enric Vigas Bonany, figura reconocida del sector corchero en Cataluña y Europa, ha fallecido este jueves. Nacido en el seno de una familia con una larga tradición en la industria del corcho, Enric Vigas representaba la cuarta generación de una saga que inició su andadura en 1845 en Reims, cuando su antepasado Martí Camà fundó una fábrica de tapones de champán. La familia consolidó su actividad en Palafrugell en 1887, convirtiéndose en uno de los referentes del sector.
A finales de los años setenta, Enric Vigas asumió la dirección de la empresa familiar J·Vigas junto a su hermano Joan. Desde las áreas de Compras y Producción, impulsó una etapa de crecimiento y modernización. Bajo su liderazgo, la empresa abrió nuevos mercados y adaptó sus procesos a las exigencias del momento. Fue pionero al crear el primer departamento técnico dentro de una empresa corchera, lo que permitió incorporar perfiles profesionales diversos y responder mejor a las necesidades del mercado.
Su compromiso con el desarrollo del sector le llevó a presidir durante dos décadas la Asociación de Empresarios Corcheros de Cataluña (AECORK). Además, fue uno de los impulsores del Institut Català del Suro, creado en 1991 para promover la investigación y la innovación en el ámbito del corcho. También presidió durante seis años la Confederación Europea del Corcho (C.E.Liège), donde trabajó para fortalecer la colaboración entre empresas y entidades europeas.
Enric Vigas no solo se distinguió por su labor empresarial e institucional. Su vinculación con el territorio y su forma de trabajar dejaron una huella profunda entre quienes compartieron proyectos con él. Su gestión se caracterizó por la honestidad y el rigor, valores que siguen presentes en J·Vigas, actualmente dirigida por la quinta generación familiar.
El legado de Enric Vigas Bonany permanece vivo tanto en la empresa como en el conjunto del sector corchero, que reconoce su aportación al desarrollo y proyección internacional de esta industria.