El enoturismo, clave para mejorar la imagen y los ingresos de las bodegas

Madrid

Miércoles 07 de Noviembre de 2012

Estudio realizado por Great Wine Capital que analiza el mercado mundial del enoturismo desde la demanda, la oferta, la promoción y los beneficios para las bodegas

Tras el auge suscitado desde un par de años por el denominado enoturismo, turismo enológico o turismo del vino, han sido muchos los trabajos y estudios que se han realizado entre la oferta y demanda de este producto turístico.

Entre ellos destaca, por su complejidad y costosa elaboración -2 años de trabajo-, el informe sobre "Las cifras clave del enoturismo mundial" elaborado por la red Great Wine Capital que agrupa a nueve ciudades o regiones vitivinícolas del mundo.

Great Wine Capitals lanzó en 2009 una encuesta sobre turismo del vino entre los diferentes productores, bodegas etc. con actividades de enoturismo y situados en las distintas zonas de su competencia.

Estas zonas son Burdeos por la región de Aquitania, Bilbao en representación de Rioja, Oporto, Mainz como capital de Rheinhessen, Florencia como cabecera de La Toscana, San Francisco como capital del vino de Napa Valley, Cap Town en representación de Sudáfrica y finalmente Christchurch esgrimiendo la bandera de Nueva Zelanda.

Se preparó una encuesta cuantitativa a la que respondieron telefónicamente o vía Internet, 454 empresas con actividades de enoturismo.

El 45% de estas respuestas correspondieron a empresas de Burdeos y Sudáfrica.

Los resultados obtenidos se clasificaron en tipología de clientes (demanda), servicios de las bodegas (oferta), promoción y beneficios.

TIPOLOGÍA DE CLIENTES

Desde el punto de vista de la demanda el estudio obtiene una serie de conclusiones sobre la tipología de turista del vino.

El enoturismo es un turismo de proximidad básicamente, pues el 40% de los turistas del vino, lo son del mismo país que visitan. Del conjunto total, el 25% de visitantes son locales.

Por término medio el 35% de los enoturistas son extranjeros. Los países que más enoturismo exportan son Holanda y Reino Unido, seguido por Estados Unidos y Canadá.

Dos tercios de enoturistas son hombres y el tercio restante pertenece al género femenino. El visitante medio (45%) tiene una edad entre 36 y 55 años. Los maduros de más de 56 años también son grandes aficionados al enoturismo (30%).

El 59% de las bodegas indican que reciben al año menos de 2500 visitantes. También indican que el enoturismo es una actividad fuertemente vinculada a las vacaciones pues el 70% de enoturistas llegan a los territorios de vino, durante el verano. El otoño es la otra temporada importante para los enoturistas, concentrando el 15,3% de las visitas totales.

El gasto medio es muy volátil, dependiendo del poder adquisitivo del país de destino. Desde 210 dólares por visitante en Florencia, a Napa Valley 188 dólares, Mendoza, 95 dólares o Burdeos, 75 dólares por visitante. Las cifras más bajas son las de Rioja con 30 dólares o las de Alemania con 40 dólares.

SERVICIOS DE LAS BODEGAS

En cuanto a la oferta enoturística, cuando se les pregunta a las bodegas, viticultores, empresad especializadas, etc. sobre las actividades que ofrecen en sus instalaciones, se obtiene una serie de consideraciones.

La degustación es la actividad más ofertada, un 83% de bodegas ofrecen probar el vino a los turistas que la visitan. Tras ello, en segundo lugar, están las visitas guiadas, que son propuestas por el 75% de las bodegas. En ambos casos es el servicio más habitual.

Cuando hablamos de oferta gastronómica en la bodega, el porcentaje es del 40%, y si además incluimos algún servicio de alojamiento (hotel, casa rural etc.), tan sólo el 29% de las bodegas pueden ofertarlo.

A partir de aquí, son pocas las bodegas que amplían las líneas de negocio de sus establecimientos. De este modo tan sólo el 20% ofrecen algún tipo de actividades deportivas o culturales en sus instalaciones, el 17% organizan algún tipo de exposición de carácter temporal, y tan sólo 4% de los propietarios de bodegas realizan terapias basadas en los beneficios del vino y la viticultura.

MEDIOS DE PROMOCIÓN

En cuanto a las relaciones públicas, publicidad y marketing, los resultados varían según la ubicación geografica de las bodegas, existiendo dos denominadores comunes.

Las bodegas del "nuevo mundo" (América, Sudáfrica o Nueva Zelanda), utilizan para la comunicación -casi en exclusiva- medios sociales y herramientas a través de Internet, como portales webs, las redes sociales y el mailing.

En europa prefieren los métodos tradicionales, empleando oficinas de turismo, ferias de vino, folletos o tour operadores turísticos.

BENEFICIOS

Abrir las puertas de la bodega es muy beneficio en todos los sentidos. De este modo, las bodegas que abren nuevas líneas de negocios, aumentan sus ingresos.

Así, el 78% de la facturación de las bodegas están vinculados directamente a la venta de productos, el resto (22%) proviene de fuentes variadas, entre otras enoturismo.

En cuanto a las actividades de enoturismo propiamente dichas, sin incluir las ventas directas de vino, el pastel de ingresos se repartiría en un 37% por actividades de alojamiento, 24% de los ingresos por actividades de restauración, un 20% de los ingresos por servicios turísticos (visitas, rutas, viajes organizados, terapias,...), 9% de los ingresos por la venta de productos (alimentación y productos gastronómicos, souvenirs, merchandising, accesorios, textil,...), y por último un 10% de los ingresos provienen de otros productos o servicios enoturísitcos propios de la bodega.

Para el 74% de propietarios, el enoturismo repercute en las ventas de vino, al haber mejorado la imagen de marca y publicidad adicional, favoreciendo el incremento de las ventas de vino en los últimos cinco años.

Los argentinos son los propietarios que se declaran más entusiastas con las bondades del enoturismo en su vinculación con las ventas (98% así lo declaran), los europeos son mucho más mesurados, incluso a veces se muestran desconfiados.

Entre los beneficios indirectos para las bodegas y las marcas de vino, figuran la mejora de la imagen (69%), crecimiento de ingresos (62%),mejor posicionamiento de la bodega y las marcas (54%), incremento de visitantes (53%), crecimiento del número de trabajadores (36%), y posibilidad de adoptar conductas socialmente responsables gracias al enoturismo (25%).

Cuando les preguntan directamente a los encuestados sobre su visión del enoturismo, el 68% piensan que la actividad enoturística es financieramente viable. Los más entusiastas son los americanos (argentinos, chilenos y estadounidenses de Napa Valley), que el 100% de los encuestados la ven viable.

En general se muestran también muy confiados en el enoturismo, españoles y alemanes. Los americanos ven en las ventas directas una oportunidad para sus márgenes comerciales. El optimismo de los europeos se focaliza especialmente en la mejora de infraestructuras y servicios en las propias instalaciones, los partenariados estratégicos y la formación de los empleados. Todo ello generará sin duda el crecimiento de esta actividad.

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