Denominación de origen Valencia: un valor seguro

A la hora de seleccionar un vino con el que sorprender a alguien, buena parte de los hosteleros y someliers...

Escrito porPablo

Jueves 15 de Octubre de 2020

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A la hora de seleccionar un vino con el que sorprender a alguien, buena parte de los hosteleros y someliers más exigentes eligen los vinos con denominación de origen Valencia. La razón es que, tanto la ciudad como su provincia, disfrutan de un clima ejemplar, una variedad abundante de uva, y algunas de las bodegas más prestigiosas y premiadas del circuito enológico mundial.

Como prueba, la prestigiosa Guía Peñín, manual enológico de referencia a nivel global, ha otorgado en su última edición la más alta calificación a 46 vinos valencianos; alguno de ellos posicionado además entre los 10 mejores de España. La Revista Parker, otro referente internacional, también ha valorado con sobresaliente a 42 vinos de la Denominación de Origen Valencia. Y todo ello sin contar prestigiosos certámenes mundiales como Decanter World Wine Awards, el Concurso Mundial de Bruselas o el International Wine & Spirit Competition.

Los vinos valencianos son, desde hace muchos años, un valor seguro para aquellas personas que sepan apreciar la calidad y la originalidad en tintos, blancos, rosados y moscateles. Caldos potentes, redondos y carnosos, con buen cuerpo, dulces y de sabor muy persistente al paladar. Un ejemplo de saber hacer cuyo secreto lleva siglos perfeccionándose en las más de 93 bodegas y 13.000 hectáreas de viñedos que enraízan en la región. De ahí su prestigio dentro y fuera de España.

En este sentido, la propia ciudad de Valencia ofrece el más claro testimonio del histórico amor de los valencianos por el vino. El Celler de Valencia data del siglo XIII y se descubrió, como sucede con los grandes hallazgos, de la manera más fortuita. En 1999, durante unas obras en el barrio del Carmen, una grieta dejó a la vista una profunda sala que resultó ser la bodega más antigua del municipio.

Tras su restauración y consideración como bien patrimonial de primer orden, el Celler medieval se convirtió en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad del Turia. Un lugar que rememora el pasado glorioso de la ciudad y que, según relatan los expertos, cumplió su función de bodega durante más de 200 años. Su construcción se hizo durante los días en que Jaime I "El Conquistador" tomaba Valencia a los árabes para anexionarla a la floreciente Corona de Aragón en 1238. Ocho siglos más tarde su valor histórico es practicamente incalculable.

Actualmente, el Celler de Valencia ofrece una experiencia enológica que evoca la más amplia historia vitivinícola de los valencianos. Proyecciones audiovisuales y enólogos profesionales ofrecen las necesarias referencias culturales mientras los usuarios disfrutan de una cata de vinos oriundos, una visita a la bodega y la posibilidad de maridar la velada con quesos, embutidos y salazones de la tierra.

El también conocido como Celler de PROAVA (la entidad sin ánimo de lucro que promueve y defiende los productos agroalimentarios de la Comunitat Valenciana), ofrece hasta tres tipos de experiencias diferentes, incluyendo actos de empresa, grupos y operadores turísticos, con el objeto de dar visibilidad a la gastronomía y los vinos de la región en un evento cultural que disfrutar con todos los sentidos.

 

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