Solo el 32,4% de los hogares alemanes compró vino en el tercer trimestre, el nivel más bajo en seis años

El mercado del vino en Alemania ha registrado una nueva caída en el tercer trimestre de este año, según los datos de NielsenIQ publicados en el cuarto boletín Mafo del Deutsches Weininstitut (DWI). Solo el 32,4 por ciento de los hogares alemanes compraron vino entre julio y septiembre, lo que supone el nivel más bajo de los últimos seis años. Esta cifra representa una disminución de 0,9 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior. El informe señala que esta tendencia negativa se mantiene desde hace varios años. En 2020, durante la pandemia, la cuota de hogares compradores alcanzó el 39,6 por ciento.

El retroceso afecta especialmente a los vinos alemanes. La proporción de hogares que adquirieron vino nacional bajó hasta el 21,5 por ciento, frente al 23,1 por ciento del año pasado. Esto supone una reducción de 1,6 puntos porcentuales. Además, los vinos alemanes perdieron volumen de ventas (–3%) y valor (–4,6%). Los datos no incluyen el consumo fuera del hogar.

La cantidad total de vino comprada también disminuyó. El mercado general experimentó descensos de dos dígitos tanto en volumen como en gasto respecto al tercer trimestre del año anterior. Mientras que la demanda de vinos extranjeros se mantuvo más estable, los vinos alemanes sufrieron caídas en todos los parámetros analizados.

En cuanto a las preferencias por tipo de vino, se observa un cambio tras varios trimestres de crecimiento del blanco. El tinto aumentó sus ventas un 4,3 por ciento en el tercer trimestre, mientras que el blanco perdió un 1,2 por ciento y el rosado se mantuvo prácticamente igual (+1%). Este cambio se aprecia en todos los canales de venta y refleja una menor disposición al consumo.

Respecto a la procedencia del vino, también se produjeron variaciones en las cuotas de mercado. Los vinos extranjeros incrementaron ligeramente su volumen comprado (1,9%) y el gasto destinado a ellos (2,8%). Sin embargo, este aumento no fue uniforme: solo los vinos italianos y los agrupados bajo “otras procedencias” lograron mejorar tanto en ventas como en facturación. Por el contrario, los vinos franceses y españoles no consiguieron aumentar su cuota.

El informe del DWI concluye que la demanda interna sigue mostrando signos de debilidad y que la preferencia por vinos nacionales continúa descendiendo frente a la oferta internacional.