Mínimo histórico del viñedo español

España registra 911.080 hectáreas de viñedo en 2024, la cifra más baja desde que existen datos oficiales

Jueves 10 de Julio de 2025

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El viñedo español reduce su superficie pero avanza hacia el riego eficiente y la tecnificación

La superficie de viñedo en España ha experimentado cambios importantes entre 2004 y 2024, según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) recogidos por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) en su informe de 2024. El análisis se centra en el viñedo destinado a la elaboración de vino y, especialmente, en la evolución del viñedo en regadío.

En 2024, la superficie total de viñedo en España alcanzó las 911.080 hectáreas, el registro más bajo desde que existen datos. De esa cifra, 371.429 hectáreas estaban en regadío, lo que supone el 40,8% del total. Este porcentaje contrasta con el 22,1% registrado en 2004, lo que indica un aumento considerable del uso del riego en la viticultura española durante las dos últimas décadas.

El descenso de la superficie total de viñedo ha sido constante desde 2004. Ese año había aproximadamente 1.129.040 hectáreas plantadas, mientras que en 2024 la cifra se redujo a poco más de 911 mil. La mayor parte de esta reducción se produjo antes de 2010, cuando el sector vivió un ajuste importante. Desde entonces, la disminución ha continuado pero a un ritmo más lento. Entre 2023 y 2024, la superficie total cayó un 1,9%, lo que equivale a unas 17.437 hectáreas menos.

En contraste con esta reducción general, la superficie de viñedo en regadío creció notablemente entre 2004 y 2021. En 2004 había unas 249.089 hectáreas bajo riego; para 2021 se alcanzó el máximo histórico con casi 398 mil hectáreas regadas. Sin embargo, desde ese año se observa una ligera corrección a la baja: en 2022 bajó a algo más de 383 mil hectáreas, en 2023 subió levemente y en 2024 descendió hasta las citadas 371.429 hectáreas. Esta caída interanual del -3,6% es superior al descenso registrado por la superficie total de viñedo.

El porcentaje de viñedo regado sobre el total ha seguido una tendencia ascendente durante los últimos veinte años. En 2004 solo el 22% del viñedo español estaba bajo riego; en torno a 2010 ya superaba el 30%, y desde entonces ha ido aumentando hasta situarse cerca del 41% en los últimos años. El pico se alcanzó en 2021 con un 42,3%. En los tres años siguientes hubo pequeñas oscilaciones y finalmente en 2024 este porcentaje bajó al citado 40,8%.

El sistema de riego utilizado ha cambiado radicalmente durante este periodo. El riego localizado (principalmente goteo) se ha impuesto como método preferente para el viñedo español. En 2004 ya suponía el 83% del viñedo regado; veinte años después alcanza el 97%. Esto significa que casi toda la superficie regada utiliza goteo o microaspersión localizada directamente sobre las plantas.

Los sistemas tradicionales han perdido peso de forma clara. El riego por gravedad pasó de cubrir casi dieciséis mil hectáreas en 2004 (6,4% del viñedo regado) a poco más de cinco mil hectáreas en 2024 (1,5%). El riego por aspersión también cayó: de casi veinte mil hectáreas (7,9%) a poco más de cuatro mil (1,1%). El riego automotriz (sistemas móviles como pivotes) era minoritario ya al inicio del periodo y prácticamente ha desaparecido: solo quedan doscientas ocho hectáreas bajo este sistema.

Entre los motivos que explican este cambio figura la eficiencia hídrica del goteo frente a los métodos tradicionales. El goteo permite aplicar agua directamente a la raíz de cada planta y reducir pérdidas por evaporación o escorrentía. Además, facilita una gestión más precisa del agua disponible y contribuye a una mayor sostenibilidad ambiental.

La comparación interanual entre 2023 y 2024 muestra una reducción generalizada de la superficie regada salvo para el sistema automotriz, que aumentó ligeramente aunque sigue siendo residual. El goteo perdió algo más de once mil hectáreas respecto al año anterior pero reforzó su peso relativo dentro del conjunto: pasó del 96,9% al 97,4% del viñedo regado.

El informe técnico elaborado por MAPA y OIVE señala varias tendencias principales: la implantación masiva del riego localizado; el dominio absoluto del goteo por su eficiencia; el retroceso casi total de los sistemas tradicionales; y una ligera reducción puntual del peso relativo del regadío dentro del viñedo total en el último año analizado.

La superficie total dedicada al viñedo sigue disminuyendo debido a factores estructurales como políticas públicas o reestructuración productiva. Sin embargo, dentro de ese viñedo cada vez más reducido aumenta la proporción que cuenta con instalaciones modernas de riego eficiente.

El sector vitivinícola español afronta así una transformación técnica profunda: menos superficie total pero mayor tecnificación e intensificación del uso sostenible del agua mediante sistemas presurizados localizados. Las políticas públicas orientadas al uso racional del agua y las necesidades derivadas del cambio climático impulsan esta tendencia hacia una viticultura más eficiente y adaptada a las nuevas condiciones ambientales y productivas.

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