Bajo la luna y entre viñedos: una noche de vendimia en Bodega Gamboa

Un oasis donde el vino, la naturaleza y la gastronomía se entrelazan en una experiencia única

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Jueves 13 de Febrero de 2025

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A tan solo 45 minutos de la Ciudad de Buenos Aires, entre Cardales y Campana, se encuentra un verdadero tesoro enológico: Bodega Gamboa. Es el viñedo y bodega más cercano a la capital, un oasis donde el vino, la naturaleza y la gastronomía se entrelazan en una experiencia única. Ayer, tuve el privilegio de sumergirme en una de sus vivencias más especiales: la vendimia nocturna.

El acceso es sencillo: a solo unos metros de Panamericana Ruta 9, un camino de álamos nos guía hasta Casa Gamboa, el restaurante de la bodega. Caminando un poco más, el paisaje se transforma: hileras de viñedos se despliegan en suaves lomadas, revelando poco a poco la finca. Allí, en plena oscuridad iluminada por la luna, comenzó la aventura.

Armada con una vincha con luz, tijera de poda y un canasto, me dispuse a cosechar Cabernet Franc, una de las cepas insignia de Gamboa. La vendimia nocturna no es solo un espectáculo sensorial, sino también una técnica que preserva la frescura y la calidad de la uva, evitando el calor del día y manteniendo intactos sus aromas. Con cada racimo cortado, la conexión con la tierra se hacía más profunda, en un entorno donde la brisa nocturna y el crujido de las hojas eran los únicos sonidos acompañantes.

Tras la cosecha, la noche continuó con una experiencia gastronómica inolvidable. Disfruté de un exquisito menú de tres pasos, maridado con vinos de terruños únicos de Gamboa. Cada plato resaltó los sabores locales y la armonía entre la cocina y el vino, en un ambiente que invita a la contemplación y el disfrute.

Gamboa no solo ofrece experiencias como esta, sino también la posibilidad de ser parte del mundo del vino a través de las distintas propuestas y actividades:

El menú Terruño, diseñado por el chef Edward Holloway, es una experiencia culinaria de tres horas que celebra los sabores locales y la estacionalidad de los productos. Comienza con una selección de entradas para compartir, como chipa rellena, empanada de cordero patagónico con salsa de tomate picante, carpaccio de remolacha con queso azul local, pan de fermentación lenta a la plancha con orégano, limón y ajo, jamón estilo serrano con pera asada y rúcula, berenjena ahumada con quinoa y crema ácida, y trucha curada con manzana e hinojo.

Como plato principal, las opciones incluyen tapa de asado braseado por 14 horas en horno de leña, pata y muslo de pollo en salmuera por 24 horas, corte del día a la parrilla cocido al quebracho o acelga rellena con portobellos a la crema. Los acompañamientos destacan la calidad de los ingredientes: chauchas verdes a la chapa, papines crocantes con chips de ajo y panceta, y ensalada de temporada con una selección de pickles caseros.

Para culminar, la experiencia se cierra con un pre-postre "Dulce y Queso", que presenta una mini selección de quesos locales con conservas únicas, seguido por una mesa dulce con budín de pan mixto con pecán glaseada y mascarpone casero con sorbete de temporada, naranja y pistacho.

Para quienes buscan una alternativa más relajada, la propuesta Pizza Napolitana en el Bosquecito es ideal. Un menú de tres pasos con una selección de pizzas elaboradas con harinas especiales y fermentación de 48 horas. Entre las variedades, destacan la clásica Margherita, la de zucchini, la cuatro quesos y una sorprendente versión de papa laminada con panceta ahumada y pistacho. Todo acompañado por vinos de Gamboa y servido en un entorno rodeado de naturaleza.

Bodega Gamboa es una invitación a vivir el vino desde su origen, a conectar con el terruño y a disfrutar de una gastronomía pensada para realzar cada sorbo. La vendimia nocturna fue solo el comienzo de un viaje enológico que deja huella y que, sin duda, invita a regresar.

Un artículo de Jocelyn Dominguez
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