Cómo Calatayud transforma desafíos en vinos excepcionales

La DOP Calatayud y su cosecha selecta del 2023

Miércoles 08 de Noviembre de 2023

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El Consejo Regulador de la DOP Calatayud ha cerrado su ciclo de vendimia del presente año con cifras que invitan a una reflexión sobre el impacto de la variabilidad climática en la viticultura. La cosecha actual, que ha finalizado con una recolección de 7,5 millones de kilos de uvas, refleja un descenso significativo en comparación con el año precedente, en el cual se obtuvo una recolección récord de 12,5 millones de kilos. Este cambio notorio, marcado por una reducción del 25% respecto a las campañas anteriores, excluyendo la atípica del año pasado, se ha atribuido a factores climatológicos desafiantes que han prevalecido durante el año en la península ibérica.

Las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones durante los primeros meses del año, un escenario que se ha extendido por gran parte del territorio peninsular, han acelerado la maduración de las uvas, adelantando así los tiempos de cosecha y menguando la producción global. Sin embargo, lejos de representar un panorama desalentador, esta situación ha resultado en una cosecha de uvas de una calidad excepcional, como lo confirma el estado sanitario inmejorable tanto del fruto como de la vid.

La distribución de la cosecha de este año ha sido la siguiente: de los 7,5 millones de kilos recogidos, 6,7 millones corresponden a uvas tintas y 800 mil a blancas. La Garnacha Tinta, con 5,1 millones de kilos, y el Tempranillo, con 1,2 millones, lideran la producción en el segmento de las tintas, seguidos por el Syrah con 400 mil kilos. En cuanto a las blancas, el Macabeo ha proporcionado 730 mil kilos y la Garnacha Blanca 70 mil kilos.

El viñedo de Garnacha, que se erige como la variedad más emblemática de la región, ha demostrado una notable capacidad de adaptación a las condiciones de sequedad, con raíces que penetran profundamente en la tierra, lo que le confiere una notable resistencia y se traduce en uvas de alta calidad. Esta adaptabilidad se ha visto favorecida por la altitud de los viñedos y la topografía inclinada de los terrenos, factores que, sumados a la baja humedad, han contribuido a una vendimia saludable y a racimos concentrados que han alcanzado una madurez fenólica y aromática óptima.

Esta interacción entre el microclima singular de la zona y las prácticas de cultivo sostenibles ha permitido una vendimia libre de incidentes relacionados con plagas o enfermedades de origen fúngico. La consecuencia directa de estas condiciones ha sido la obtención de uvas de calibre pequeño pero de gran concentración aromática y fenólica, presagiando así vinos de perfil complejo y estructurado.

La DOP Calatayud, cuyos orígenes se remontan a 1989, ha sabido sobreponerse a los desafíos contemporáneos manteniendo un compromiso inquebrantable con la calidad y la autenticidad. Hoy, cerca de 800 viticultores y 15 bodegas certificadas forman parte de este entramado que no solo ha sabido preservar la esencia de sus vinos, sino que además ha logrado posicionarlos con éxito en el mercado internacional. De hecho, el 85% de la producción vinícola de esta denominación se destina a la exportación, y sus vinos han cosechado reconocimientos en los concursos de mayor renombre a nivel mundial.

Así, la vendimia 2023 de la DOP Calatayud se consolida como un testimonio de resiliencia y excelencia, subrayando la capacidad de los viticultores y bodegas de adaptarse a las adversidades climáticas y convertirlas en una oportunidad para realzar la calidad de sus vinos, que sin duda se perfilan como unos de los más destacados tanto en el panorama nacional como en el escenario global.

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