Catador de vinos destapa la 'trampa' a turistas en los 'chiringuitos' de Formentera

¿Es posible pagar 335 euros por un pescado y una botella de vino en un chiringuito de playa? Un usuario de Twitter ha destapado la 'trampa' para turistas de estos establecimientos

Jueves 13 de Agosto de 2015

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Ignacio Villagordo, amante de la gastronomía y catador de vinos, ha puesto en alerta a los usuarios de chiringuitos veraniegos a través de la red social Twitter

Ignacio lleva una semana de vacaciones en Formentera con su mujer descansando de su trabajo en el sector tecnológico y se ha convertido en impulsor de un debate en las redes sociales sobre los precios en los chiringuitos de playa. Un tuit de cuatro palabras acompañado por el ticket con el importe de lo que pagó en uno de estos establecimiento ha encendido un fuerte debate en Twitter.

'Tourist trap. Sin palabras' y la imagen de lo que pagó en el chiringuito 'Juan y Andrea' de la playa de Ses Illetes, fue suficiente para revolucionar la red social.

Un pescado al horno, una botella de verdejo, una ensalada, pan, una botella de agua, una caña, un tinto de verano y un helado, sumaron un precio de 337,5 euros. 

Solo el pescado les costó 221 euros. La botella de vino, Caraballas, un blanco joven Verdejo que se puede conseguir en el mercado a unos 8 euros, ascendió a 50 euros.

Villagordo, que también se quejó en su cuenta de que le sirvieran un verdejo en una copa balón, afirmó que "Formentera es cara, pero esto es una tomadura de pelo", asegura que sabe “lo que se paga” por comer en isla, pero jamás imaginó que esa cuenta fuese tan elevada. Y más en “en un chiringuito con mesas y sillas de plástico, y servilletas de papel”, descargó el cliente.

Consciente de lo que se paga en los diferentes restaurantes de Formententera Villagordo revolucionó la red social con un debate sobre los chiringuitos de playa, el servicio, el menú y el precio por el que los usuarios están dispuestos o no a pagar en un chiringuito de playa por comer durante las vacaciones.

Desde el restaurante Juan y Andrea se sienten "sorprendidos" por cómo ha trascendido todo y explican los precios basándose en la calidad del servicio, de los productos con que trabajan y el "factor de vivir la experiencia de comer en un sitio VIP".

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