Miércoles 27 de Marzo de 2013
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Lo que hoy es un utensilio totalmente desapercibido por su uso habitual y presencia más que extendida, hace 300 años no lo haría… 300 años, esa es la edad del sacacorchos. Los griegos y romanos ya utilizaban tapones de corcho para sellar las ánforas de terracota que contenía el vino.
Con la caída del imperio romano en el siglo V esta práctica cayó en desuso hasta el siglo XVII. Es en este período cuando la evolución de las técnicas de soplado del vidrio permite fabricar en masa botellas de cuello estrecho que se comienzan a cerrar con tapones de corcho. Esto convierte el sacacorchos en una herramienta casi imprescindible, pues no sólo el vino pasa a ser almacenado en este tipo de recipientes, sino también la cerveza, los perfumes e incluso los jarabes.
Los primeros de los que se tiene constancia eran similares a la herramienta con la que se extraían las balas de los fusiles, aunque la primera patente fue la de Samuel Henshall en 1795. Es curioso el hecho de que caballeros y damas de la alta sociedad europea utilizasen esta pieza como algo refinado que mostraban orgullosos colgándola de cadenas de oro o de la empuñadura de sus bastones.
Ya en el siglo XVIII proliferó el hábito de utilizar el sacacorchos. En este tiempo aparece la botella cilíndrica, entonces el corcho queda a la medida de la botella para no derramar ningún líquido y así facilitar el almacenaje horizontal. Esta forma de almacenaje propicia que se adhiera a la botella de manera que es por eso que se tuvo que ingeniar un utensilio capaz de extraer el tapón de estas botellas.
Samuel Henshall adhirió una rueda al diseño para que no se sumerja de más el sacacorchos y facilitar la extracción. Su patente tenía una forma de “T” que hoy sería el modelo más sencillo o tradicional. En el año 1802 Edward Thompson añade al diseño un “sombrero” metálico que envuelve la oca de la botella y después de que el espiral perfora el corcho lo hace ascender y salir.
Durante el siglo XIX la herramienta fue evolucionando y aparecieron distintos modelos.
Los más comunes actualmente son: el sacacorchos simple, el sacacorchos plegable y el sacacorchos de alas, el más popular en el ámbito doméstico.
Pero hay muchos más como el de palanca, eléctricos, de inyección, de rosca…
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