Las 5 debilidades del vino español en el mercado internacional

Aprender cuáles son nuestras debilidades es fundamental para poder corregir la proyección internacional de nuestros vinos, para ello es necesario conocer qué piensa un consumidor internacional cuando se encuentra ante un vino español

Redacción

Viernes 11 de Mayo de 2012

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Los consumidores internacionales cuando compran vino consideran diversas variables en su proceso de compra.

Desde variables relacionadas con el producto en si mismo (precio, características, envasado,...), hasta varibles personales (edad, profesión, "status",...), pasando por diversas varibles sociales y culturales (cultura, amistad, guías, redes sociales,...).

En el caso de los vinos internacionales, el país de origen del producto o efecto "made in", es una varible que adquiere especial relevancia entre el resto de variables del producto.

Cada consumidor asocia un vino, al país del que proviene. Ahora bien, en el caso de España existen una serie de debilidades o connotaciones negativas asociadas al vino español que debilitan la proyección internacional del mismo.

Así, según recoge el manual "Marketing del Vino", editado por ESIC y coordinado por la catedrática en comercialización e investigación de mercados de la Universidad de Valencia, Inés Küster, el ICEX ha sintetizado estas debilidades del vino español en cinco puntos:

  • El vino español no es de Lujo ni tiene precios altos: Los compradores internacionales no asocian el vino español con la imagen de lujo, glamour y precios elevados que tiene el vino francés.
  • Los vinos españoles no son saludables: Aunque España se asocia a buen comer y buena gastronomía, los vinos españoles no se vinculan a las excelentes propiedades de la dieta mediterranea, cosa que si ocurre con los vinos italianos.
  • El vino español no es accesible: No se cuenta con la red de profesionales que tiene, por ejemplo, los australianos. Es decir, los vinos españoles se perciben con frecuencia como vinos dificilmente accesibles.
  • No son vinos modernos: El consumidor internacional no asocia los vinos españoles con imagen, marca o grandes esfuerzos en marketing, como si ocurre con los vinos del Nuevo Mundo (EE.UU., Argentina, Chile, Canadá, Australia,...).
  • No son vinos internacionales: Desde el punto de vista de la distribución no son ágiles, su comercialización internacional es costosa, burocrática y lenta. Los vinos españoles no cuentan con la agilidad y acuerdos de libre comercio que tienen algunos vinos como los chilenos.

Asimismo, y fruto de lo anterior, desde el año 2010 el ICEX ha iniciado una serie de actuaciones sobre la que se está intentando construir una marca "España" sólida con el fin de corregir estas debilidades del vino español en el mercado internacional.

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