El auge gastronómico en Miami impulsa residencias con espacios exclusivos para vino y bebidas espirituosas

En Miami, el crecimiento del sector gastronómico ha influido en el diseño de nuevas promociones residenciales. Según datos del sector inmobiliario, se prevé la apertura de unos 200 restaurantes nuevos en la ciudad antes de que finalice 2024. Esta tendencia ha llevado a varios promotores a incorporar espacios dedicados al vino y las bebidas espirituosas dentro de los propios edificios residenciales. El objetivo es ofrecer a los residentes experiencias similares a las de un restaurante o bar de alta gama, sin necesidad de salir de casa.

Uno de los proyectos que ha apostado por esta fórmula es Shoma Bay, en North Bay Village. Este edificio incluye un club privado de vinos exclusivo para sus residentes. El espacio cuenta con 100 taquillas personalizadas para almacenar botellas, cada una con capacidad para 12 unidades. El club ocupa más de 90 metros cuadrados e incluye una isla central para catas, mobiliario a medida, iluminación ambiental y zonas de descanso. El diseño interior ha sido realizado por Adriana Hoyos Design Studio, que ha empleado materiales cálidos y suelos en espiga para crear un ambiente acogedor. La intención es fomentar una comunidad entre vecinos con intereses comunes en torno al vino.

Otro ejemplo es JEM Private Residences, situado dentro del complejo Miami Worldcenter. Este edificio incorpora una sala específica para degustación de tequila y otras bebidas espirituosas. El espacio ha sido diseñado por Rockwell Group y ofrece vistas al skyline de la ciudad. Incluye suelos de madera artística fabricados por Oscar Ono Paris, estanterías de vidrio ámbar y soportes metálicos para decantadores. La ubicación del edificio permite además acceder fácilmente a restaurantes como Maple and Ash o Sixty Vines, que ofrecen propuestas centradas en maridajes con vino.

En Brickell, el proyecto The Residences at 1428 Brickell ha creado uno de los espacios más amplios dedicados al vino y las bebidas espirituosas en altura. En la planta 67 se encuentra un salón distribuido en dos niveles con más de 900 metros cuadrados. Dispone de una zona de almacenamiento con taquillas privadas, sala de catas, bar, comedor privado y varias áreas para reuniones sociales. Los residentes pueden contar con el apoyo de un sumiller y un director especializado en bebidas para organizar eventos personalizados o recibir asesoramiento sobre su colección.

Por último, Viceroy Residences Fort Lauderdale ha optado por integrar un lounge llamado Sound Bar dentro del edificio. Este espacio combina una selección cuidada de bebidas con elementos relacionados con la música. Las estanterías exhiben botellas premium junto a una colección retroiluminada de discos de vinilo. La decoración incluye tonos rojos oscuros, iluminación tenue y asientos curvos que buscan crear un ambiente íntimo. Este servicio forma parte del modelo residencial que ofrece atención similar a la hotelera dentro del propio hogar.

Estos proyectos reflejan cómo el interés por la gastronomía y las bebidas está influyendo en el diseño residencial en Miami. Los promotores buscan atraer a compradores que valoran experiencias personalizadas relacionadas con el vino y los destilados, integrando estos servicios como parte habitual del estilo de vida urbano.