Lunes 14 de Julio de 2025
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha mostrado su rechazo y preocupación tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la imposición de un arancel del 30% a los productos procedentes de la Unión Europea. El anuncio se ha producido en un momento en el que las relaciones comerciales entre ambos bloques atraviesan una etapa de tensión. La medida podría entrar en vigor el próximo 1 de agosto y afectaría a un sector que considera a Estados Unidos como su principal mercado fuera de la Unión Europea y el cuarto en términos mundiales.
Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, ha explicado que la federación lamenta el posible impacto negativo que esta decisión puede tener para la industria española de alimentación y bebidas. Ha pedido a las autoridades españolas y europeas que mantengan abiertas las negociaciones con el objetivo de evitar la aplicación de estos aranceles. García de Quevedo también ha solicitado que, en caso de que finalmente se impongan, las respuestas sean firmes y proporcionadas.
El responsable de FIAB ha recordado que el sector ya sufrió anteriormente la imposición de aranceles a 113 productos españoles como consecuencia del conflicto Airbus-Boeing. Aquellos gravámenes no se eliminaron por completo, sino que solo se suspendieron durante cinco años. Según datos facilitados por la federación, en 2024 las exportaciones españolas al mercado estadounidense superaron los 3.300 millones de euros y alcanzaron las 770.000 toneladas enviadas.
FIAB considera que es necesario seguir trabajando para diversificar los mercados internacionales donde se venden los productos españoles. Sin embargo, subraya que Estados Unidos es un destino difícilmente sustituible debido a su peso estratégico, su alto poder adquisitivo y la consolidada presencia de alimentos y bebidas españolas en ese país. Desde la federación insisten en la importancia de mantener esa posición incluso si se producen situaciones adversas.
El sector teme que la entrada en vigor del nuevo arancel suponga una reducción importante en las ventas y ponga en riesgo miles de empleos vinculados a la exportación. Las empresas españolas del sector alimentario han mostrado inquietud ante la posibilidad de perder cuota en un mercado donde han invertido durante años para consolidar sus marcas y productos. Por este motivo, FIAB insiste en la necesidad de buscar soluciones negociadas antes del 1 de agosto para evitar daños económicos tanto a productores como a exportadores.
Las autoridades europeas y españolas continúan analizando posibles medidas para responder si finalmente Estados Unidos aplica el arancel anunciado. Mientras tanto, las empresas del sector alimentario permanecen atentas a cualquier novedad que pueda afectar a sus operaciones comerciales con el mercado estadounidense.