El tesoro enológico escondido en el corazón de Castilla y León

Bodegas subterráneas y paisajes únicos en el Cerrato Palentino

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Miércoles 05 de Marzo de 2025

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Situado en la provincia de Palencia, el Cerrato Palentino es una región que, a menudo, pasa desapercibida para los amantes del vino y la gastronomía. Sin embargo, este territorio, que se extiende a lo largo de una serie de colinas y valles, es un auténtico tesoro enológico que ofrece una rica tradición vinícola y una gastronomía que complementa a la perfección sus vinos, paisajes y bodegas subterráneas.

Vamos a desgranar un poco la zona, identificarla y dar valor a todo lo vivido durante mi reciente visita, donde me quedé enamorada del paisaje, su gastronomía y el potencial enoturístico que tiene esta zona.

En Baltanás exiten 374 bodegas, no pudimos visitarlas todas en un día pero si disfrutar de algunas de ellas y apreciar los extraordinarios vinos que se elaboran, rosados intensos con estructura que es lo que me llamó la atención y me enamoraron desde el comienzo.

Un tesoro vinícola autentico, con esos famosos barrios de bodegas, laberintos subterráneos que nos transportan a la historia, tradición y momentos del pasado que han quedado en este presente para disfrutarlo.

Bodegas puras hechas en roca caliza, manteniendo la climatización idela para la elaboración de sus vinos.

Un Territorio con Identidad Propia

El Cerrato Palentino se caracteriza por su paisaje variado, donde la agricultura y la viticultura se entrelazan. Las condiciones climáticas, con inviernos fríos y veranos calurosos, junto con su suelo rico en minerales, crean un entorno ideal para el cultivo de la vid. Las principales variedades de uva cultivadas en la región incluyen la Tempranillo, Albillo y Garnacha, que dan vida a vinos con carácter y personalidad.

Los viñedos están rodeados de un paisaje rural pintoresco, donde se pueden encontrar pequeñas aldeas con encanto y tradiciones arraigadas. La autenticidad de la zona se refleja en la arquitectura de sus bodegas, muchas de las cuales son de estilo tradicional, ofreciendo un ambiente acogedor y auténtico para los visitantes.

Bodega Remigio de Salas Jalón en Dueñas, aquí Amada de Salas nos explica toda la historia de la bodega, y es donde me enamoré del rosado que elaboran y que pertenece a la Denominación de Origen de Cigales.

Bodegas Pagos de Negredo, (D.O. Arlanza), en Palenzuela. Las viñas con las una monovarietal de Tempranillo diferente, sus viñas a una altitud de 740 metros sobre el valle de Arlanza, y protegidas por encinas de más de 100 años de vida, algo excepcional que hace que Quinta Negredo pueda ser calificado como un vino de Finca. La antigüedad y mineralidad de sus suelos calcáreos y el clima característico de la zona confieren a sus vinos rasgos diferenciadores, alejados de los cánones más conocidos de la uva Tempranillo.

Bodegas Valdesneros la joya escondida que no puedes perderte en visitar, en pleno corazón de Torquemada, suelos únicos pedregosos que aportan a sus vinos una mineralizad diferente dándole una complejidad muy interesante, es el reflejo de la zona embotellada. La autencidad que enamora desde el primer momentos, vinos únicos, esa joya enológica Amantia, un vino dulce de uva de hielo y que te hace tocar el cielo, me encantó y es un vino de edición limitada.

Sabores que Cuentan Historias

La gastronomía del Cerrato Palentino es un reflejo de su historia y cultura. La cocina de esta región se basa en productos locales de alta calidad, como quesos, embutidos, y legumbres. Destacan platos como el lechazo asado, un cordero lechal que se cocina lentamente en horno de leña, aportando un sabor único y tierno.

Los quesos de la zona, elaborados con leche de oveja y cabra, son reconocidos por su sabor intenso y textura cremosa. Además, los embutidos, como el chorizo y el salchichón, son elaborados siguiendo recetas tradicionales que han pasado de generación en generación.

Pude disfrutar de una armonía sublime en La Zarcera, un lugar de encuentros gastronómicos y vinícolas de obligada visita en el Barrio de Baltanás, con un Sol Repsol y con varios premios al mejor establecimiento enoturístico, aquí la combinación de los sabores con los vinos de la región crea una experiencia gastronómica única. Maridajes especiales que destacan la riqueza de sus vinos y la diversidad de su cocina.

Una Experiencia Sensorial

El enoturismo ha cobrado fuerza en el Cerrato Palentino, atrayendo a visitantes que buscan disfrutar de la cultura del vino. Las bodegas abren sus puertas para ofrecer catas de vino, recorridos por los viñedos y talleres sobre la elaboración del vino. Estas experiencias permiten a los visitantes sumergirse en el proceso de producción y apreciar la dedicación detrás de cada botella.

La combinación de vino y gastronomía en el Cerrato Palentino se convierte en una celebración de la identidad local, donde cada sorbo y cada bocado cuentan una historia que merece ser compartida.

Conclusión:

En tu próxima salida piensa es su lema CERRATO POR VACACIONES Las un destino imprescindible para los amantes del vino y la gastronomía. Esta región, con su rica tradición vitivinícola y su cocina auténtica, invita a explorar y disfrutar de un patrimonio cultural que se ha forjado a lo largo de los años. Al visitar el Cerrato Palentino, no solo se descubren vinos excepcionales, sino también un estilo de vida que celebra la conexión entre la tierra, el vino y la comida.

Un artículo de Mar Galván
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