Abadal Nurva, el vino que rescata las variedades históricas de Bages

Abadal Nurva es el resultado de la dedicación de Abadal por mantener su enfoque en la recuperación y valorización de las variedades históricas de Bages. Esta tarea es parte de la esencia de la bodega, que desde sus inicios ha elegido la uva picapoll tradicional como su emblema. El trabajo de recuperación realizado con la picapoll, la sumoll y la mandó, se manifiesta en este atractivo coupage autóctono, que combina la tradición y el rico pasado de esta región históricamente vitivinícola.

Este vino refleja las tendencias actuales hacia un menor grado alcohólico, sutileza, acidez y frescura. Está elaborado con variedades tradicionales que no solo se adaptan bien al cambio climático, sino que también señalan una nueva forma de entender los vinos. "Abadal Nurva lleva en la copa los recuerdos y los aromas de esta tierra que lo ha visto nacer, el Bages, destacando el carácter de las variedades que lo componen: la elegancia y frescura de la mandó, la acidez y mineralidad de la sumoll y los matices delicados de la picapoll negra. Es un vino muy actual que se distingue por su frescura y delicadeza", explica Miquel Palau, enólogo de Abadal.

Abadal Nurva 2024 está elaborado con mandó (60%), sumoll (25%) y picapoll negre (15%). Tras una breve maceración en frío, se cría en sus propias lías entre 2 y 3 meses, lo que le aporta cremosidad. Además, un 10% del vino pasa por una crianza de 3 meses en barrica de roble de 500 litros para enriquecer su estructura, proporcionando volumen en boca. El resultado es un vino rosado de un tono rosa pálido, con reflejos salmón, con aromas anisados y a hierbas mediterráneas, matizados con notas a fruta roja y ligeros recuerdos especiados. En boca, es un vino muy bien equilibrado, definido por su acidez y carácter fresco, pero amplio y complejo en matices, con un perfil elegante y muy gastronómico.

Desde su fundación, la bodega ha dedicado un importante esfuerzo a la investigación y recuperación de variedades tradicionales del Bages, con la picapoll y la mandó como principales exponentes. La recuperación de la variedad mandó, que representa el 60% del coupage de este vino, comenzó hace más de 20 años, a partir de unas viñas viejas localizadas en las poblaciones de Navàs, Cardona y Rocafort. Según Miquel Palau, enólogo de Abadal, "ha resurgido gracias a su maduración tardía y su resistencia a las altas temperaturas, lo que la convierte en una variedad de futuro que se adapta bien al cambio climático". El precio de venta al público es de 11,90 €.