Un vino reserva de 1991 se une al legado del Instituto Cervantes

El Instituto Cervantes ha dado la bienvenida a un nuevo legado que enlaza directamente el mundo de la cultura con la viticultura: una botella de vino tinto que será custodiada como parte de su Caja de las Letras hasta 2041. Este evento no solo marca un homenaje al vino en su papel cultural y social, sino que también refuerza la asociación entre las bebidas vinícolas y las artes literarias, un vínculo históricamente rico y profundamente arraigado en la tradición española.

La ceremonia de inclusión de esta botella en la Caja de las Letras ha sido significativa, destacando la elección del año 2041, cuando el Instituto Cervantes celebrará el medio siglo de su fundación. En ese contexto, el vino no es simplemente una bebida, sino un puente que conecta generaciones, un símbolo de diálogo y entendimiento, tal y como expresó Luis García Montero, director del Instituto. Según Montero, el vino acompaña las conversaciones que han tejido la historia cultural de España y del mundo hispanohablante.

Pedro Ferrer, representante de la Federación Española de Vino, también participó en este evento, destacando el papel del vino como parte integral de la cultura y la vida bien vivida, y no sólo como un elemento dentro de la categoría de bebidas alcohólicas. Esta defensa apasionada del vino como un componente cultural va más allá de su consumo; se trata de un elemento que enriquece las interacciones humanas y perpetúa las tradiciones.

La botella depositada lleva consigo no solo vino, sino también una copia manuscrita de la "Oda al vino" de Pablo Neruda, uniendo así dos formas de arte: la literaria y la enológica. Esta elección simbólica no es casual, ya que Neruda es conocido por su amor y apreciación hacia el vino, temas recurrentes en su obra. Este gesto sirve como un recordatorio de cómo el vino ha inspirado a artistas y pensadores a lo largo de los siglos.

El compromiso del Instituto Cervantes y la Federación Española de Vino con la promoción de la cultura del vino se refleja en la extensa colaboración que han mantenido desde 2018, llevando la riqueza de esta tradición a 23 ciudades a través de las sedes del Cervantes. Esta iniciativa no solo busca celebrar el vino como una parte esencial de la cultura española, sino también como una vía para explorar y entender la riqueza cultural de las regiones vinícolas de España y su impacto en la literatura y el arte.

Así, la Caja de las Letras del Instituto Cervantes se convierte en un testimonio de cómo el vino, más allá de su valor gastronómico, es un vehículo de expresión cultural y una fuente de inspiración artística, cuyo valor trasciende el tiempo y las generaciones. Esta botella de vino tinto, ahora en reposo, espera su momento de apertura, no solo para ser degustada, sino para celebrar la continuidad y la evolución de la cultura que la encierra.