Bobal Dulce, una nueva creación de Bodegas Vicente Gandía

Se trata de un vino de la denominación de origen Utiel Requena, de color rosa palo con tonalidades levemente asalmonadas, limpio y brillante. En la fase olfativa se van desprendiendo hacia nuestra nariz notas de fresa madura y concentrada que se entrelazan entre recuerdos de manzana, de cítricos y un final levemente floral, todo ello con una inmensa intensidad. En su paso por la boca, la llena completamente marcando un gran equilibrio entre la concentración de su azúcar natural y la frescura de una acidez perfectamente marcada que lo hace goloso, eterno y muy elegante.

En algunos lugares del mundo como Austria, Alemania, Tokay en Hungría o Canadá la vendimia no termina hasta bien entrado el invierno, pues son regiones clásicas de elaboración de vinos de hielo, elaborados a partir de uvas congeladas naturalmente los famosos ICEWINE".

Bobal Dulce es un homenaje a este tipo de vinos. Proviene de las uvas seleccionadas en los viñedos exclusivos de Vicente Gandía y recolectadas de forma manual en pequeñas cajas de 10 kilos (basquets), estas son depositadas en cámaras frigoríficas especialmente diseñadas para este complejo proceso de elaboración. Tras permanecer el tiempo adecuado y contrastar que todo el lote de racimos está con una temperatura homogénea, se trasladan directamente a la prensa con el fin de darles un prensado muy suave y obtener con ello un mosto flor super concentrado e impactante, es por ello que el rendimiento de estas uvas no llega a superar el 30%, siendo este mosto un diamante en bruto.

Una vez que se extrae ese codiciado mosto flor se traslada a depósitos de acero inoxidables controlando su temperatura para ir fermentando muy lentamente y así poder preservar todos los aromas naturales /primarios (de la propia uva).

El control de la fermentación se da diariamente, al finalizar se enfría y se trasiega con sus lías finas, se estabiliza, se filtra, embotella y se etiqueta a mano de modo artesanalmente.

"Vicente Gandía Bobal" es una gama de vinos premium que se lanzó al mercado a principios de 2020 con dos referencias, Bobal Blanco (Blanc de Noirs) y Bobal Negro. Después de dos años cosechando grandes críticas y excelentes puntuaciones se lanzó al mercado el Bobal Rosa que completaba la trilogía Bobal de Vicente Gandía. La gran calidad de los vinos, el cuidado diseño de su presentación y la botella con una forma tan peculiar, que recuerda a los racimos de la uva Bobal, han consolidado a esta gama que cumple su cuarta cosecha este año y se ha convertido en todo un referente dentro de los vinos valencianos.

Proviene de las uvas seleccionadas en los viñedos exclusivos de Vicente Gandía y recolectadas de forma manual en pequeñas cajas de 10 kilos (basquets), estas son depositadas en cámaras frigoríficas especialmente diseñadas para este complejo proceso de elaboración. Tras permanecer el tiempo adecuado y contrastar que todo el lote de racimos está con una temperatura homogénea, se trasladan directamente a la prensa con el fin de darles un prensado muy suave y obtener con ello un mosto flor super concentrado e impactante, es por ello que el rendimiento de estas uvas no llega a superar el 30%, siendo este mosto un diamante en bruto. Una vez que se extrae ese codiciado mosto flor se traslada a depósitos de acero inoxidables controlando su temperatura para ir fermentando muy lentamente y así poder preservar todos los aromas naturales /primarios (de la propia uva). El control de la fermentación se da diariamente, al finalizar se enfría y se trasiega con sus lías finas, se estabiliza, se filtra, embotella y se etiqueta a mano de modo artesanalmente.

ACOTACIÓN

De color rosa palo con tonalidades levemente asalmonadas, limpio y brillante. Se van desprendiendo hacia nuestra nariz notas de fresa madura y concentrada que se entrelazan entre recuerdos de manzana, de cítricos y un final levemente floral, todo ello con una inmensa intensidad. En su paso por la boca la llena completamente mar-cando un gran equilibrio entre la concentración de su azúcar natural y la frescura de una acidez perfectamente marcada que lo hace goloso, eterno y muy elegante.