Un llamado a la moderación de las políticas agrarias europeas

¿Sostenibilidad ambiental vs. viabilidad económica?

Viernes 16 de Febrero de 2024

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La reciente reunión en Bruselas entre Unión de Uniones y el comisario de Agricultura de la Unión Europea, Janusz Wojciechowski, arroja luz sobre una creciente inquietud en el corazón del sector agrícola europeo. Representada por Jesús Manuel González Palacín, coordinador regional de UCCL en Castilla y León, esta entidad no solo ha dado voz a las preocupaciones de agricultores y ganaderos, sino que también ha planteado un llamado urgente a reevaluar las políticas que, según argumentan, están asfixiando la viabilidad económica y social del sector bajo el peso de exigencias medioambientales cada vez más estrictas.

El planteamiento de Unión de Uniones subraya una dicotomía preocupante entre las aspiraciones de sostenibilidad ambiental de la Unión Europea, cristalizadas en iniciativas como el Pacto Verde Europeo, y la realidad operativa y económica de quienes trabajan la tierra y crían ganado. La organización insiste en que, sin una base económica sólida que asegure la supervivencia de los agricultores y ganaderos, la sostenibilidad ambiental es simplemente inalcanzable.

La presión sobre estos profesionales no es menor. Las movilizaciones y la tractorada prevista para concluir frente al Ministerio de Agricultura el 21 de febrero son un claro indicativo de un sector que se siente acorralado, no solo por las políticas internas, sino también por la competencia desleal que representa la importación de productos que no cumplen con los rigurosos estándares europeos.

Las demandas de Unión de Uniones son claras y van dirigidas a modificar el rumbo de las políticas que afectan directamente a la agricultura y ganadería europeas. Desde la Ley de Restauración de la Naturaleza hasta el Reglamento de uso sostenible de fitosanitarios, pasando por la Directiva de Emisiones Industriales y el reglamento de bienestar animal, la organización señala la falta de consideración hacia los impactos reales en el sector. Esta situación, argumentan, compromete no solo el futuro de las granjas familiares sino también la competitividad de la ganadería europea.

La protección del lobo se presenta como un caso emblemático de las tensiones entre conservación y práctica agrícola. La demanda de flexibilidades por parte de Unión de Uniones refleja la búsqueda de un equilibrio que permita la coexistencia entre la protección de especies y el desarrollo de la ganadería extensiva, sin poner en riesgo la supervivencia de esta última.

La postura de Unión de Uniones es firme en la defensa del modelo agrario europeo, al cual consideran ya el más avanzado y respetuoso del mundo tanto con el medio ambiente como con la salud de los ciudadanos. Sin embargo, ven con preocupación cómo este modelo se ve constantemente desafiado por regulaciones internas mientras se permite la entrada de productos extranjeros que no se someten a las mismas restricciones.

El llamado a implementar cláusulas espejo en las relaciones comerciales internacionales resuena como una medida crítica para asegurar una competencia justa y proteger no solo a los productores europeos sino también a los consumidores. La exigencia de que los productos importados cumplan con los mismos estándares de producción es un clamor por equidad y por mantener la integridad del modelo productivo europeo.

Este encuentro en Bruselas, más allá de ser un simple diálogo, subraya la necesidad imperante de revisar y adaptar las políticas agrarias europeas a la realidad de quienes las viven día a día. La sostenibilidad, en todas sus dimensiones, requiere de un equilibrio que hoy por hoy parece estar pendiendo demasiado hacia un lado, comprometiendo no solo la viabilidad económica de un sector clave, sino también el futuro de la sostenibilidad ambiental que Europa tanto aspira a liderar.

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