Miércoles 03 de Mayo de 2023
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Un viticultor es una persona que se dedica a cultivar la vid (igual que una viticultora). Una bodeguera es una persona propietaria de una instalación donde se elabora el vino (igual que un bodeguero). Como poco, es descortés echarle las cuentas a nadie, y desde luego, es muy aventurado hacerlo cuando se hace desde la observación, la lectura y la reflexión, pero librándose de la desazón frecuente que el ejercicio de estas dos profesiones tan bonitas acarrea. Con todos los respetos, hagámoslo. Se trata como de un tiempo a esta parte, de lo de siempre: adaptarnos. Todo está cambiando rápidamente. Reflexionemos y decidamos cómo ir aclimatándonos (nunca mejor dicho). Sin miedo. Tenemos un viñedo incomparable por su riqueza, su variedad de climas y suelos, su historia, su profundidad y, sobre todo, la espléndida humanidad de sus pueblos. Como decía Cicerón "Ut sementem feceris, ita metes"
EL VITICULTOR
El viticultor es un agricultor. Al final de la campaña ha gastado una cantidad de dinero, G, para desarrollar su actividad ese año. G es una cantidad concreta, definida, que conoce muy bien, y de la que ahora no es el momento de desgranar, ni analizar, ni discutir; es G. El viticultor tiene también otras tres cantidades concretas y definidas que conoce igual de bien. Son: la superficie S que cultiva, el rendimiento R, y el precio de la uva P que fija el mercado. La cuenta es inmediata: S*R*P = los ingresos I. Si I>G, ganamos dinero. Si I<G, tenemos un problema
Según puede leerse con profusión, más de la mitad de los viticultores cerrarán esta campaña en pérdidas. Estimo que sobre el 40% cubrirá gastos con fatiga y que menos del 5% tendrá beneficios enclenques. Una de las causas es una sequía pavorosa que parece ser la peor que se recuerda. Por cierto, igual que ocurrió la campaña pasada cuando se dijo lo mismo por ser anterior a la de ahora, y no poder recordarse aún. Esta sequía afecta en mayor medida al cereal, tradicional sustituto de la vid para el agricultor, agravando así el problema. En un año donde se podía haber aprovechado el desarreglo mundial de abastecimiento, y se cosecharán en cambio 10M de toneladas que son la mitad de lo recogido el año pasado. Con todo, la razón principal por la que es insostenible el retorno sobre la inversión de capital, y de esfuerzo, que el campo exige, es la escalada descontrolada de los costes; G. ¿Es la viña sostenible a estos precios y estos costes?
Pues, modestamente, desde la simpleza de uno de ciencias, solo podemos decidir si aumentamos o reducimos el rendimiento; R
♣ Cuando el viticultor aumenta el rendimiento, confía tener mayor producción, tener mayores ingresos, y menores costes unitarios. Pero debe tener en cuenta que la calidad bajará y en un mercado eficiente los precios de venta serán menores
♣ Cuando el viticultor reduce el rendimiento, hace que la calidad suba y los precios de venta aumenten. Pero debe tener en cuenta que la producción será menor, los costes unitarios subirán, que el mercado de la uva es muy inelástico en España, y que los rendimientos son ya de por si bajos comparados con otros viñedos foráneos a calidad similar
Mi opinión es que hay que reducir los rendimientos. Me satisface que notables profesionales del vino como Isaac Muga aboguen por la reducción de rendimientos en su cruzada por la calidad del vino de Rioja
Algunas consideraciones. La primera es que partimos de la base de que los gastos son ya los mínimos posibles, claro, estamos en un ejercicio teórico, y no hace falta llegar a la congoja para que esto ocurra. La segunda es que no consideraremos la sustitución de variedades de momento, ni el arrancado como en Burdeos por ser irrelevante para la cuestión (el margen del viñedo cultivado). Y la tercera es que la opción de no hacer nada y esperar es temeraria; a esta opción es a lo que se debe tener miedo, a no a actuar. Por último, consideramos dentro de esta categoría a viticultores que embotellan, sean agricultores autónomos o cooperativas gigantes, porque su centro de gravedad es el campo, no el vino, y tan pronto como embotellan, dejan de hacerlo
EL BODEGUERO
Un bodeguero con viñedo propio ejerce de viticultor por anhelos y ambiciones distintas a las de un agricultor de la vid. Es todo un poco más complicado y diferente; por parecidas razones por las que deben ser diferentes la sustancia teológica y las aspiraciones del arzobispo, y las del párroco de mi pueblo. El vinicultor entiende su labor en el campo como necesaria para elaborar su vino y, por tanto, el margen de su actividad agrícola es secundario en función de si obtiene o no el fruto deseado, y de si vende o no su vino a satisfacción. La rentabilidad de la viña está subordinada a la rentabilidad de la bodega que es tema de otro papel
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