Manuel Blasco, responsable de Enoturismo de LAUS: “La pandemia ha hecho que los más jóvenes descubran nuestro enoturismo slow y se acerquen al vino sin prejuicios”

Yoga entre viñedos, iniciación a la cata y actividades para todo tipo de público, desde parejas a amigos o familias con niños, esta bodega del Somontano (Huesca) nos invita a visitarles durante todo el año y, desde marzo, lanza sus nuevas actividades con las que seguir sorprendiendo y, sobre todo, con las que hacer disfrutar, relajarse y aprender en torno a la cultura del vino.

Carmen Fernández

Miércoles 22 de Marzo de 2023

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Y es que el turismo del vino es una tendencia que se ha consolidado en los últimos años en nuestro país, especialmente, tras la pandemia de la COVID19. Según el XIII Informe sobre el Análisis de la Demanda Turística, realizado por el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, los enoturistas son viajeros que gastan más que los tradicionales, además de buscar viajes más responsables y sostenibles, en contacto con la naturaleza y el entorno local. Es por ello que muchas bodegas buscan diferenciarse, sorprender o enamorar a sus visitantes a través de propuestas diferenciadas en las que se combinan gastronomía, naturaleza y, por supuesto, cultura del vino. Es el caso de Bodega Laus que, desde su nacimiento, ha sido concebida para hacer disfrutar de la experiencia, los paisajes y la tierra que da lugar a los vinos del Somontano. Para conocer las perspectivas con las que trabaja para este año hablamos con su responsable de Enoturismo, Manuel Blasco.

Manuel, el hecho de que LAUS tenga un responsable de Enoturismo ya dice mucho de la orientación de esta bodega, ¿en qué consiste su trabajo?

La función más importante que trato de desempeñar es la de organizar un grupo de personas y sus funciones en torno al turismo y el vino, adaptado a la filosofía de cada una de nuestras bodegas, y siempre con un nexo común muy importante e imprescindible: tenemos que hacer sentir como en casa a todas aquellas personas que se han tomado el interés de llegar a nuestros establecimientos. En el caso de LAUS, el proyecto está renaciendo y es muy ilusionante y motivador el ir consiguiendo pequeños objetivos para ir posicionándola en el segmento con el que nos gustaría que se la identificara, por la calidad de sus vinos y de lo que ocurre cuando cruzas sus puertas.

¿Cómo enfoca Laus las propuestas de enoturismo? ¿Cuál es vuestra filosofía de trabajo?

La unión de nuestro nombre, LAUS, significa alabanza en latín y su logotipo significa tierra en una antigua filosofía oriental. Por tanto, la "alabanza a la tierra" marca desde el principio nuestra unión con el territorio y la naturaleza. La bodega está en un edificio impresionante con un mirador único de los tres miles de la cordillera de los Pirineos, junto con los viñedos, los olivos y los campos de cereal creando con su unión un hilo conductor muy potente. Enoturismo para relajarse o enoturismo slow, que es como nos gustar llamarlo.

Con esa filosofía y valores siempre presentes, construimos nuestros productos y propuestas turísticas, teniendo en cuenta el contexto de ese momento. Nos vamos a lanzar en busca de un público joven, que se está iniciando, y ve en nosotros una buena forma de hacerlo, o no tan joven, que nos ve como una válvula de escape, un lugar para simplemente disfrutar con su familia, amigos o en pareja.

¿Cómo se crean las diferentes propuestas que podemos disfrutar en LAUS? ¿se buscan experiencias para diferentes públicos?

Pretendemos crear experiencias adaptadas a todos los gustos y momentos. Tenemos talleres de iniciación a la cata para acercar el mundo del vino a quien se está iniciando, sesiones de yoga entre viñedos para los que buscan desconectar el fin de semana para reconectar con uno mismo tras la rutina de la semana, hasta sesiones de Dj y tardeo, por mencionar algunas. El objetivo es que la gente disfrute en función de las necesidades de cada momento, siempre de un modo relajado y cercano.

Según su experiencia, ¿qué es lo que buscan los enoturistas que visitan LAUS?

LAUS está en un momento muy bonito de encuentro con el público joven que busca experiencias sin prejuicios, en zonas abiertas a la naturaleza, responsables socialmente por medio del compromiso con el territorio... En definitiva, el enoturismo en LAUS es una excusa para disfrutar con los amigos de un vino y no darle más vueltas, disfrutar por disfrutar.

Por otro lado, y seguramente por estar despegando, nos llegan más turistas que enoturistas. También afecta el entorno en el que nos encontramos. El Somontano es una zona rodeada de villa medievales como Alquézar o Aínsa, que atrae a mucha gente de paso. Además, su capital, Barbastro, es una ciudad comercial llena de vida y actividad cultural todo el año.

¿Ha cambiado el perfil de personas que visitan?

Después de años buscando la receta para atraer a los jóvenes a la bodega y al vino, ha sido la pandemia la que lo ha propiciado de manera inesperada. El que nuestras visitas hayan salido hacia el exterior, el que hayamos instalado una terraza donde poder tomar un vino o unos aperitivos, ampliando la oferta, ha hecho que gente local y, por lo general, personas de una edad entre los 22 y los 45 años vengan a visitar de forma habitual.

¿Qué propuestas tienen para esta temporada y cuál es el mejor momento para visitar LAUS?

Este año empezamos en marzo con el yoga, vamos a poder bailar hasta el atardecer con las Wine Sessions en bodega empezando en junio, en julio la liaremos en el Polifonik Sound Festival, iremos a ver las estrellas en dos fechas de agosto, vendimiaremos un fin de semana de septiembre... Y para el que se quede con ganas, desde abril contaremos con nuestra terraza LAUS. ¡Qué más se puede pedir!

Lo bonito del enoturismo es que todos los momentos del año tienen algo de especial. En invierno y otoño la llegada del frío, los colores ocres, las chimeneas encendidas, los platos de cuchara y el calorcito de un vino hacen que sea muy romántico acercase hasta aquí. Pero claro, ¿quién se resiste a la locura de la primavera cuando el viñedo comienza a brotar mientras los colores vivos vuelven a conquistar la panorámica, la temperatura va en ascenso y los vinos blancos y rosados salen a escena? Para nosotros, siempre es bonito recibiros, así que el mejor momento es siempre.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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