Vasijas, el vino de Domecq con sabor a historia

Los restos más antiguos de la elaboración de vino, han sido encontrados en Georgia, un bellísimo país que se ubica entre Europa y Asia, en plena costa del mar Negro, donde el vino ha marcado su cultura, su folklore, su arte, y más importante, la historia y la relación de los seres humanos con esta fascinante bebida de los dioses.

En aquellos tiempos, el vino era fermentado, almacenado y transportado en vasijas de barro. Desde esas antiguas civilizaciones hasta nuestra era, mucho se ha aprendido y mejorado sobre la producción vitivinícola, pero los fundamentos básicos permanecen. De hecho, algunas de las vasijas encontradas en los antiguos restos arqueológicos de Georgia son bastante similares a algunos recipientes que se siguen utilizando hoy en día en ese país, y en México, gracias a Bodegas Domecq, podemos tener un acercamiento único y fabuloso con la historia.

Bodegas Domecq, unió sus conocimientos, la excelencia de sus uvas y el talento del winemaker Alberto Verdeja, para crear el primer vino elaborado en auténticas Vasijas de Barro en México, que datan nada menos que del siglo XVI. La historia de este vino inició, sin proponérselo, hace 70 años, cuando la familia Domecq llegó a nuestro país, entre sus objetos traían vasijas de cuatro metros de altura desde La Mancha, España, y ocho de éstas se volvieron parte del museo de la bodega en Valle de Guadalupe.

Cuando la curiosidad y el conocimiento se unen, cosas maravillosas suceden, y fue lo que pasó con Alberto, cuando descubrió que podía crear algo extraordinario y único, impulsado por su curiosidad por conocer el origen de estas vasijas y los procesos que se utilizaban para la elaboración del vino.

Así fue como decidió elaborar vino retomando la usanza antigua, empezando con tres vasijas, en las que descubrió nuevas formas de maceración y oxigenación tan especiales, que sus vinos poseían nuevos matices y emociones jamás sentidas en esta era. Durante 4 años, Alberto se dedicó a encontrar el balance perfecto para la creación de lo que conocemos hoy como Vasijas, el nuevo vino de Bodegas Domecq, y que forma parte de la marca Prestige Vinos Domecq.

Utilizando las uvas de las viñas más longevas de la Bodega, Alberto ha seguido once pasos para lograr la maduración del vino. Todo el proceso es artesanal, incluyendo el llenado de las vasijas que es de manera manual, además, es gracias al peso de las mismas uvas que se logra una fermentación natural.

El proceso de elaboración es tan meticuloso y dedicado, que la producción del vino Vasijas se ha limitado a tan solo 900 botellas numeradas, únicas en el mundo, convirtiéndolo en uno de los vinos más especiales del mundo y orgullosamente mexicano, es tan especial que sólo puede adquirirse en Bodegas Domecq en el Valle de Guadalupe, y en algunos de los más exclusivos restaurantes en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.

Vasijas nos transporta a un viaje por la historia, en un coqueteo entre las antiguas civilizaciones y el vibrante presente. Es una muestra del sello extraordinario que le imprime Bodegas Domecq a sus creaciones, el máximo representante de la más alta calidad, del cuidado en la producción y del amor por el vino.