Madrid
Miércoles 25 de Abril de 2012
Leído › 5055 veces
El año pasado, las denominaciones de origen españolas disminuyeron sus ventas un 2,4% de media, retrocediendo a los niveles de 2004, y el consumo de vino en conjunto (incluyendo vino de mesa, vino con D.O., cava, otros vinos y bebidas con vino) marcó el mínimo de los últimos 20 años, al desplomarse un 3,7%. O lo que es lo mismo, durante el año 2011 los españoles bebimos 23 millones de litros menos. En términos de valor es aún más acusada la caída de ventas (-6%).
Con unas ventas de 297 millones de litros y 1.419 millones de euros, las bodegas con denominación de origen dejaron de facturar 90 millones de euros en 2011.
Ese desequilibrio supone que no sólo se vende menos vino, sino que se comercializa más barato.
El efectivo descenso del precio medio está asociado al trasvase de consumo desde el canal de hostelería hacía el de alimentación (consumo en el hogar), un vuelco iniciado en 2001 y acelerado durante los últimos años en el contexto de crisis económica.
Así, de cada cien botellas, ya se venden 54 en tiendas y 46 en bares y restaurantes donde el vino acusa caídas el triple de intensas que su rival la cerveza.
En el canal de hostelería las denominaciones de origen que mejor resisten son las más competitivas en precios: Rioja, con el 40,5% de las ventas, Rueda (la primera en vinos blancos) con el 11,3% de las ventas, y Ribera del Duero (8,9%). En alimentación, también despuntan los ‘ruedas’, que crecen hasta un 4,5%, mientras los riberas semantienen en el 9% de años anteriores.
Es significativo el ascenso de los vinos blancos -más consumidos en el hogar- frente a la caída de los tintos -afectados por la merma en el canal de hostelería- y que, pese a caer un 4,6% siguen concentrando el 70,2% de las ventas.
Por último, los rosados mantienen la estabilidad y pesan un 7,3% de la comercialización. En este apartado reinan los vinos de Navarra, seguidos de Rioja, Penedés, Cigales, Valdepeñas, Valencia y Tierra de León.
Ante esta demanda la oferta se limita a vinos económicos o 'low cost' para el mercado interno, o buscar mercados internacionales.
Así, con el estancamiento del mercado interno, las bodegas se debaten entre dos estrategias para mantener el tipo en tiempos de crisis. O ajustar sus tarifas y vender más barato, como revela de nuevo el informe Nielsen, o hacer las maletas para dar salida en el exterior a las botellas que aquí no encuentran comprador.
Opción, esta última, escogida también por un amplio número de bodegas, como muestran los datos de exportaciones españolas de vinos con denominación en 2011, que con un 17,1% más de volumen y un 15,9% más de valor, registraron máximos sin precedentes, según el Observatorio Español delMercado del Vino.
Leído › 5055 veces