Martes 09 de Septiembre de 2025
El consumo de vino en Nigeria está experimentando un cambio importante. Aunque la cerveza y los licores han sido las bebidas alcohólicas más consumidas en el país, el vino está ganando terreno como una opción asociada a un estilo de vida más saludable y sofisticado. Según una encuesta reciente, el 7% de los participantes afirmó haber consumido vino con mayor frecuencia que otras bebidas alcohólicas durante la semana anterior al estudio.
El mercado nigeriano del vino alcanza unas 28.000 toneladas métricas al año. La mayoría del vino que se consume en el país es importado, principalmente de Francia, Estados Unidos, España, Sudáfrica e Italia. La producción local sigue siendo muy baja, sobre todo en lo que respecta al vino elaborado con uva. Sin embargo, hay un interés creciente en zonas como Jos y Benue, donde las condiciones climáticas favorecen el cultivo de la vid. Además, los vinos elaborados a partir de frutas locales como mango, piña, savia de palma y plátano siguen siendo habituales entre las comunidades con menos recursos y suelen estar presentes en celebraciones.
Tradicionalmente, los consumidores de vino en Nigeria se concentraban en grandes ciudades como Lagos, Abuya y Port Harcourt. Estos consumidores solían pertenecer a grupos con ingresos altos y estaban expuestos a tendencias internacionales. Sin embargo, este perfil está cambiando. Los importadores han ampliado la oferta con productos a diferentes precios y niveles de alcohol para llegar a más personas. El estudio indica que el 71% de los aficionados al vino tiene estudios universitarios, el 84% pertenece a clases medias o altas y el 75% tiene entre 20 y 40 años. Esto muestra que el público es cada vez más joven y aspira a nuevos estilos de consumo.
El precio del vino en Nigeria varía mucho. Una botella estándar puede costar unos 4.000 nairas, mientras que algunas marcas exclusivas pueden alcanzar precios equivalentes al alquiler anual de una vivienda en Lagos. Esta diferencia refleja cómo el vino se percibe tanto como un producto de lujo como una opción cada vez más accesible para muchos consumidores. Para ampliar su alcance, los importadores han introducido variantes asequibles y opciones con bajo o nulo contenido alcohólico. Marcas como Eva y Veleta, que rondan los 4.000 nairas por botella, han conseguido atraer a quienes buscan alternativas económicas frente a la cerveza o los licores.
El gasto semanal medio en vino supera al de otras bebidas alcohólicas: durante el primer trimestre de 2024, los nigerianos gastaron una media de 11.207 nairas por semana en vino, frente a 7.614 nairas en licores y 4.123 nairas en cerveza. El gasto varía según el perfil: quienes tienen estudios universitarios gastan tres veces más que la media y las mujeres gastan aproximadamente un 25% más que los hombres.
En cuanto a preferencias de marca, existe una inclinación clara hacia vinos con bajo contenido alcohólico. Marcas como Eva, Pure Heaven y Veleta tienen una cuota importante del mercado. Four Cousins figura como líder según la encuesta realizada, gracias a su combinación de precio asequible y sabor apreciado por los consumidores.
El sabor es el principal motivo para elegir una marca (60%), seguido por la percepción de beneficios para la salud derivados de ingredientes frutales (8%) y la reputación de la marca (6%). La fidelidad es alta: el 60% compra regularmente la misma marca por su sabor constante y familiaridad. Sin embargo, un 22% prefiere probar nuevas etiquetas, lo que abre oportunidades para marcas emergentes que apuesten por innovaciones en sabor, envase o estrategias comerciales.
La mayoría de las compras se realiza fuera del canal hostelero tradicional: supermercados, centros comerciales y tiendas especializadas son los puntos principales de venta. Este cambio responde al aumento de la urbanización y la modernización del comercio minorista en Nigeria. Para las empresas que quieren entrar en este mercado resulta fundamental establecer acuerdos sólidos con distribuidores modernos para asegurar visibilidad y ventas continuadas.
A pesar del aumento del consumo, el mercado del vino en Nigeria es sensible a factores económicos como la inflación, la depreciación de la moneda local o políticas monetarias restrictivas que reducen el poder adquisitivo. Para muchos consumidores sigue siendo un producto prescindible antes que una necesidad básica.
Sin embargo, estas dificultades también pueden abrir nuevas vías para productores locales capaces de aprovechar materias primas nacionales y controlar mejor sus costes de producción. Así podrían ofrecer alternativas más asequibles frente a las importaciones. Al mismo tiempo, los consumidores con mayor poder adquisitivo probablemente mantendrán su demanda por marcas premium e importadas, lo que genera un mercado dual donde conviven vinos locales económicos con etiquetas internacionales consolidadas.
Para quienes buscan invertir en este sector resulta clave elegir bien el momento para entrar al mercado, identificar correctamente los segmentos de consumidores objetivo y adaptar sus productos a las preferencias cambiantes del público nigeriano. Contar con una red sólida de distribución moderna y definir claramente si se quiere posicionar el producto como bebida accesible o artículo exclusivo serán factores determinantes para lograr éxito comercial en este sector cada vez más dinámico dentro del país africano.