Vilma Delgado
Viernes 25 de Junio de 2021
El champagne es uno de los vinos más glamourosos y su disfrute está ligado a la celebración, la alegría y la prosperidad. No es de extrañar que bañarse con champagne sea un ritual en muchos lugares del mundo. Pero ¿para qué sirve?
Según la tradición, bañarse con champagne atrae a la fortuna y la buena suerte. Este gesto está presente en muchos países y en ámbitos distintos, como el deporte o las celebraciones de fin de año. Conozcamos mejor qué es bañarse con champagne y cómo ponerlo en práctica.
Bañarse con champagne es un símbolo de buena suerte. Desde épocas muy antiguas, se ha utilizado este espumoso para llamar a la fortuna. Los barcos se bautizan con una botella de champagne. Esta tradición es la evolución de una antigua costumbre marinera en la que se derramaba sangre para aplacar la ira de los dioses y que las travesías fueran propicias. La sangre se sustituyó por vino en la Antigua Grecia y posteriormente por este baño de champagne.
La creencia popular afirma que si no se bautiza la embarcación o la botella no se rompe en el caso del barco, los augurios son malos. El caso más conocido es el del Titanic, que no cumplió con la tradición y todos sabemos que no llegó a buen puerto.
Otro ámbito en el que bañarse con champagne es una tradición arraigada es el deporte de motor. En este caso, sirve para celebrar los triunfos de los pilotos y sus escuderías. El primer baño de champagne se realizó en Le Mans, con una botella de Möet & Chandon a manos del piloto Dan Gurney. Este afirmó que el gesto se le ocurrió de manera espontánea y tuvo tanto éxito que fue adoptado en los circuitos de todo el mundo.
Bañarse con champagne en Año Nuevo es una tradición muy extendida en todo el mundo. Al igual que comemos las doce uvas de la suerte, existen muchos otros ritos curiosos para dar la bienvenida a un nuevo año.
Existen variantes de este baño de burbujas de principios de año. El más sencillo es llenar una bañera de agua, añadir una botella de champagne y tomar un baño relajante para simbolizar que el año viejo se va y atraer a la buena suerte.
Una versión más elaborada, añade al agua con champagne otros elementos como pétalos de rosa y miel si lo que quieres es atraer al amor.
Si buscas atraer la buena suerte en el terreno económico, debes hacer una infusión con un litro de agua, una copa de champagne, hojas de laurel, una rama de canela, salvia y esencia de azahar. Una vez hervido, cuela y usa la infusión para darte un baño. Debes dejar que se seque al aire. Ten a mano un cuaderno y lápiz para apuntar por si esa noche sueñas con algún número, que será tu número de la suerte para el año venidero.
Otros ritos consisten en mezclar azúcar y champagne y crear una pasta con la que frotar el cuerpo mientras se piensa en los deseos y metas que se quieren alcanzar en el año venidero. Una vez hecho, debes enjuagarte con agua corriente, por ejemplo, dándote una ducha.
Estos rituales están pensados para bañarse en champagne para Año nuevo, pero también para buscar la prosperidad durante malas épocas o antes de acometer cambios importantes o nuevos proyectos vitales.
Existen muchas tradiciones que tienen como protagonista el vino, las uvas o el champagne. Brindar con una copa de champagne en la que hayas metido alguna joya de oro, sirve para conjurar la buena suerte en lo económico. Si quieres que la suerte sea en el terreno amoroso, la pieza de oro debe ser una alianza.
Lavarse las manos con champagne en Año Nuevo es una forma más sencilla de hacer este ritual, y también sirve para atraer a la buena suerte.
También es habitual encender velas de distintos colores a la vez que se brinda. El color dependerá de lo que se quiera atraer: rojo o rosa para el amor, verde o dorado para la prosperidad y azul para la calma mental.
En Alemania, el brindis con champagne o vino espumoso va acompañado del ritual de frotarse la frente con ceniza para atraer la salud, el amor y el dinero. Muchos otros países europeos cuentan entre sus tradiciones de fin de año el brindis con champagne: Francia, Austria o Finlandia cumplen este precepto.
Ahora que conoces en qué consiste bañarse en champagne y para qué sirve este ritual tan extendido, recuerda realizarlo cargado de pensamientos positivos y visualizando la buena suerte para que surta efecto. Y no tienes que esperar a que llegue el nuevo año, cualquier momento es bueno para darse un baño espumoso.